jueves, 11 de mayo de 2017

UNIDAD: Si los cubanos no nos unimos, fracasaremos siempre.

La necesaria unidad de todos los cubanos
Los cubanos llevamos dando ejemplo de desunión, y a veces actuamos como si nosotros mismos fuéramos enemigos los unos de los otros. Muchas veces criticamos más lo que tratan de hacer algunos opositores que el propio gobierno castrista.

Hay opositores que se manifiestan marchando o tratando de marchar todos los domingos. Es la llamada campaña #TodosMarchamos. Esa campaña no obliga a marchar a nadie, pero los que quieren pueden hacerlo en muchas partes. Pero hay cubanos que la critican, que dicen que son masoquistas y añaden ¿para qué lo hacen si no van a lograr nada?

Otros critican a Alternativa Cuba 2018, a Candidatos por el Cambio, a la MUAD y a la campaña #Otro18 porque intentan presentar candidatos opositores a las elecciones de circunscripción de 2018. Les llaman ilusos, les dicen que no van a lograr nada y que están ayudando a legitimar el régimen castrista.

Por supuesto, otros critican a “Cuba Decide” y la campaña de Rosa María Payá para lograr que en Cuba se celebre un plebiscito que permita a los cubanos elegir qué tipo de gobierno quieren y siente las bases para una transición. Le dicen que de dónde saca tanto dinero para viajar y que jamás va a lograr nada de los castristas. Ignoran que sus viajes son costeados por organizaciones internacionales que están apoyando su esfuerzo por Cuba.

Otros han criticado a “Cocó” Fariñas cuando se ha declarado en huelga de hambre y otros a José Daniel Ferrer y la UNPACU. Eliécer Ávila de Somos+ y Manuel Cuesta Morúa también han recibido críticas, al igual que muchos otros cuya lista sería interminable. 

Las críticas a los grupos opositores que han surgido en los últimos años en Cuba, y normalmente liderados por jóvenes que crecieron y se educaron bajo el castrismo han sido muchas. Los acusan de ser agentes del gobierno y a otros también les echan en cara sus viajes, que también son costeados por organizaciones internacionales o por aportaciones de sus propios miembros.

Aparte, son grupos que luchan dentro de Cuba, cuyos miembros son constantemente detenidos, les confiscan sus bienes, a veces son encarcelados o son encausados por delitos fabricados. Algunos han sido condenados a penas de cárcel, pero eso no impide las críticas hacia ellos, como si actuaran a nombre del propio gobierno castrista.

Cuando se hace una campaña a favor de alguna causa, enseguida saltan voces que se oponen como aquellos que se opusieron a enviar ayuda a los cubanos víctimas del Huracán Mathew, a pesar de que el gobierno cubano no permitió hacerlo. Pero muchos se opusieron como si fueran voceros del gobierno castrista.

Y en un caso reciente, está la campaña para lograr una Beca en FIU para Karla María Pérez González quien fue expulsada de la Universidad por pertenecer a un movimiento opositor y fue sometida a una campaña mediática en su contra. El exilio organizó la campaña #TodosSomosKarla. Afortunadamente, hoy Karla María se encuentra ya en Costa Rica, pero quiero compartir comentarios que recibí durante la campaña.

Algunos me escribieron ¿Por qué le van a dar una beca a ella si mis hijos tienen que sacar un préstamo? y otros hicieron comentarios tan destructivos como “Que se Joda”, el cual no lo hubiera podido emitir mejor el más brillante agente castrista. No se entiende que buscar una Beca para Karla no era una ayuda económica, sino ganar un enfrentamiento contra el gobierno castrista que le quería impedir estudiar, y que afortunadamente se logró.

Entendamos de que expulsar a alguien de la Universidad por no ser comunista y pertenecer a un movimiento opositor es también represión y todavía mucho peor si la acción se ejerce contra una inteligente jovencita de solo 18 años de edad. Karla María podría ser hermana, hija o nieta de cualquiera de nosotros. Por eso me congratulo de que esté en Costa Rica.

Podríamos citar otros ejemplos, y quiero aclarar: No se trata de que todos pensemos igual. Eso solo se da en los regímenes totalitarios como el castrista. En los regímenes democráticos, la discrepancia es lo común, y en una Cuba libre y democrática deberá haber amplios espacios para discrepar, y hacer valer nuestras divergencias en unas elecciones libres, democráticas y pluripartidistas.

Pero los cubanos hoy estamos en una guerra pacífica contra el castrismo. Y le llamo pacífica porque la opción de usar la fuerza no es posible para nosotros, aunque sí para el castrismo. Nosotros tenemos que descartarla, y utilizar todos los medios de lucha pacífica que encontremos. A la fuerza, siempre perderemos. En paz, siempre existe una pequeña esperanza.

Aunque no estemos de acuerdo, debemos entender que es una lucha de todos y respetar la unidad del objetivo final: La libertad de Cuba. Por eso, en ese espíritu de unidad debemos respetar a todos los que se opongan al régimen, debemos apoyar a todos los que sufren golpes, prisión, confiscaciones o acciones represivas por parte del régimen.

No critiquemos a nadie que se oponga al régimen, aunque tenga nuestra simpatía. Dejemos que eso lo hagan los castristas. Apoyemos a todos los que podamos apoyar, porque la libertad de Cuba requiere de la sinergia de todos los cubanos y de la solidaridad y apoyo de los países amigos del mundo libre. 

Firmemos todo lo que podamos firmar. Ayudemos como podamos todos los esfuerzos, sea buscar que el gobierno acepte un plebiscito, sea tratar de competir desfavorablemente en unas elecciones, sea una petición de una Beca, sea lo que sea. Aparte sigamos nuestra propia lucha porque cada cubano debe hacer algo por su país.

Sí, todos debemos hacer algo por Cuba, esa hermosa isla donde nacimos, o donde nacieron nuestros padres. Ese país que no podemos sacar de nuestro corazón. Ese país que vive y vivirá siempre en nosotros.

Y para los no cubanos que me leen, es importante apoyar al pueblo cubano como nosotros los cubanos también debemos apoyar las causas justas de otros países. El castrismo no solo aplastó la libertad en Cuba, no solo ha colaborado para aplastarla en Venezuela, sino que busca aplastarla en el mundo entero.


Invito a todos mis compatriotas a intentar unirnos en la diversidad. Ese es un reto que debemos vencer si deseamos tener una oportunidad de ver a nuestra Cuba libre y soberana como la soñó Martí.

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