La "izquierda" y la "derecha" siempre se juntan en el centro. |
Continuamente
veo discusiones entre cubanos, que acusan a otros de ser de izquierda o izquierdistas y los estigmatizan por ello. Y a otros los acusan por ser de derecha o de extrema derecha. El tema nos afecta
fundamentalmente a los cubanos por el uso que el castrismo hace de esos términos
para confundir.
Por
eso quiero repasar un poco esos términos y comenzaré con explicar cómo surgió el término ser de izquierda o de
derecha. Pero antes, entendamos que cuando uno está a la derecha o a la izquierda, se debe entender que existe
un centro absoluto, que debe ser el mismo para todos.
En
un artículo que publiqué en el Blog de Yusnaby el 2 de noviembre de 2015 y que
bauticé “¿Eres Girondino o Jacobino?” explicaba que el uso del término "izquierda" y "derecha" se originó en 1791
en la Asamblea Legislativa Francesa, donde estaban representados dos grupos
políticos rivales: Los Girondinos y los Jacobinos.
En las deliberaciones de la asamblea los Girondinos se sentaban a la
derecha y los Jacobinos a la izquierda. Y es ahí es donde se origina el término, simplemente por el lugar donde se sentaban, a la
derecha o a la izquierda de la asamblea. En la asamblea, el centro estaba bien
definido y la derecha y la izquierda siempre se juntan en el centro.
Pero se ha seguido utilizando el término izquierdista y
derechista de una manera ideológica y no absoluta y a veces hasta absurda identificando
a los izquierdistas como marxistas y comunistas y a los derechistas como
capitalistas lo cual no es correcto.
Por ejemplo, muchos acusaban al ex
presidente Obama de izquierdista. Pero, ¿a la izquierda de quién o de qué? Empleando
los criterios que usaban, Obama sin duda hubiera estado a la izquierda del
senador Marco Rubio, pero sin duda hubiera estado a la derecha de la canciller
alemana Ángela Merkel.
A nadie se le ha ocurrido acusar a Ángela
Merkel, política Demócrata Cristiana de la CDU alemana, de ser comunista.
Entonces porqué se acusó a Obama de ser marxista si está “a la derecha de
Merkel”. Y de la misma forma como se clasificaba a Obama, se clasifica a
cualquier persona y hasta a partidos políticos completos.
Y muchísimas personas confunden el término
“ser socialista” y lo ven como sinónimo de "ser marxista" o "ser comunista" lo que es
totalmente incorrecto. El gobierno cubano, dice que su revolución es socialista
pero no lo es. La revolución cubana es marxista, comunista y fundamentalmente castrista.
Y los chavistas venezolanos definen su
sistema como el "Socialismo del Siglo XXI", pero no es ningún socialismo tampoco.
Los sistemas actuales cubano y venezolano son dictaduras totalitarias muy represivas
que de socialismo no tienen nada y de marxistas y comunistas tienen mucho.
En los países de Europa existen partidos
socialistas que difieren entre sí, pero tienen un común denominador: Son
democráticos, participan en elecciones libres con voto secreto, creen en el
pluripartidismo, en la división de poderes, se oponen a la lucha de clases y
son defensores de los derechos humanos.
En todo eso, los socialistas coinciden con
los no socialistas. Y voy más. En España (y en muchos otros países) a ningún
político del Partido Popular se le ocurriría cuestionar el derecho a la “Salud
Universal”, como tampoco se les ocurriría acusar a Mariano Rajoy de ser izquierdista,
socialista y mucho menos de comunista o marxista.
Lo mismo sucede en toda Europa donde el
derecho a la Salud Universal es algo que se da por sentado. Los habitantes de la
mayoría de los países de América y de Asia tienen acceso a la Salud Universal, y esos países no son socialistas ni mucho menos marxistas. Pero aquí en Estados Unidos, a
cualquiera que defendía el derecho a la Salud, y que normalmente se identificaba con el partido demócrata, se le acusaba de izquierdista, marxista y comunista.
Sin embargo, el día de hoy, la mayoría de
los republicanos están de acuerdo que debe haber un sistema nacional de salud.
Si antes hablaban de derogar el llamado “Obamacare”, ahora hablan de “derogarlo y
reemplazarlo” con una ley que todavía no se consigue estructurar, y que,
aunque fue aprobada en el congreso, seguramente tendrá numerosos cambios de fondo en el
senado y tendrá que regresar nuevamente al congreso.
Pero los republicanos tienen mayoría en
ambas cámaras, y a nadie se le ha ocurrido acusarlos de Izquierdistas y mucho
menos de marxistas o comunistas. Entonces ¿Qué cambió en los últimos ocho años
que una ley de salud que querían derogar, ahora la mayoría la ve como una ley conveniente
y necesaria y desean reemplazada por otra que corrija sus defectos?
Esto es muy fácil de explicar. El centro no es absoluto, y en el caso norteamericano, se movió hacia la izquierda y algunos conceptos que
antes se consideraban “izquierdistas” ahora están en el centro o incluso a la
derecha.
Por eso usar el término izquierdista o
socialista de manera derogatoria es incorrecto. Y voy a darles otro ejemplo:
Recientemente en casi todo el mundo, el 1ro. de mayo, se festejó el día
internacional del trabajo, pero no en Estados Unidos donde no se recuerda a los
mártires de Chicago.
Me tocó leer a algunos que decían como se
no entendían por qué celebran el 1ro. de mayo si es una festividad
comunista. Pero el 1ro. de mayo dista mucho de ser una festividad comunista aunque los comunistas también la festejen. La mayoría no sabe qué era lo que solicitaban y que lograron los
mártires de Chicago. Se los diré: Luchaban por la jornada laboral máxima de 8
horas de la que todos disfrutamos hoy en día.
¿Es eso izquierdista o comunista?
Muchos cubanos admiramos y defendemos la
Constitución de 1940. Pero, ¿sabían ustedes que muchos de los conceptos incluidos
en la misma tienen raíces Socialdemócratas?
Por eso debemos dejar de encasillar a la
gente y a sus ideas y ponerles etiquetas para denigrarlas. Las etiquetas de
izquierdista, derechista y socialista no quieren decir nada en un país libre.
Los que creemos en la democracia creemos que los políticos y los partidos
pueden adoptar las posiciones políticas que deseen, siempre y cuando respeten
el juego democrático y los derechos humanos. El pueblo decidirá con su voto.
La democracia y el respeto a los derechos
humanos permite que existan discrepancias, diferencias y libertad, y eso no sólo no es
malo, sino que es lo que deseamos para Cuba.
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