sábado, 29 de julio de 2017

SE ACERCA UN “MOMENTO DE LA VERDAD” PARA VENEZUELA Y PARA EL MUNDO LIBRE.

El Gobierno de Maduro reprime al pueblo que protesta contra la dictadura.
Por varias semanas se ha visto y lo hemos comentado hasta la saciedad: Ahí viene el Tigre, ahí viene el Tigre. Pues todo tiempo se cumple y este fin de semana llega el Tigre. Para Venezuela y para el Mundo Libre, es uno de los llamados “momentos de la verdad”.
La oposición venezolana, tras 4 meses de protestas continuas que, a pesar de ser vistas con buenos ojos por muchos países y a pesar de las presiones que los mismos han ejercido, no han logrado doblar a Nicolás Maduro y establecer un diálogo que lleve a un gobierno de transición. Maduro acepta el diálogo, siempre y cuando se haga lo que él quiere y así es imposible negociar.
La oposición ha logrado que muchos chavistas dejen de apoyar a Maduro, pero él mantiene el control pues supuestamente cuenta con el apoyo de los altos jefes militares, aunque muchos de los militares no son chavistas o siendo chavistas están en contra de las acciones de Maduro y su Asamblea Constituyente.
Pero el Gobierno de Maduro, a pesar del cisma que sin duda existe en el chavismo y de haber perdido el apoyo de muchos de ellos, no está dispuesto a ceder e insiste en instalar la Asamblea Constituyente que redactará una nueva constitución diseñada para perpetuar en el poder a Nicolás Maduro y a los chavistas que todavía lo apoyan.
Maduro no es un tipo inteligente, sino bruto y terco, inculto e ignorante, que está siendo asesorado por los cubanos para la transición en Venezuela. Pero no es una transición de una dictadura a la democracia, sino la transición de una dictadura a una dictadura totalitaria. El objetivo de Maduro es una Venezuela totalitaria, similar a la Cuba totalitaria, en la que el gobierno controle todo y los venezolanos se vean impotentes para actuar.
Desde luego van a pasar varias cosas. La primera será la detención de miles de personas. Venezuela se va a llenar de presos políticos. Varios alcaldes opositores ya están presos por no haber impedido las protestas. Maduro anunció que iba a detener uno a uno a los funcionarios que nombró la Asamblea Nacional, después de la consulta popular, para ocupar puestos en el Tribunal Supremo de Justicia y en el Consejo Nacional Electoral. Ya ha detenido a varios y sigue adelante.
También el gobierno, pasando sobre el derecho democrático que todo pueblo tiene para protestar pacíficamente, ha prohibido que se realicen manifestaciones durante este fin de semana en que la oposición ha anunciado la “Toma de Caracas” y ha advertido que se impondrán fuertes penas de cárcel para los que contravengan la prohibición, pero la mesa de la unidad ha anunciado que seguirá adelante con sus planes.
Esto permite suponer que durante el fin de semana se realizarán cientos y hasta miles de detenciones de personas que pueden ser sentenciadas a penas que oscilan entre 5 y 15 años de prisión y esto a criterio del gobierno y como son personas que en derecho no han cometido ningún delito, todos serán presos políticos.
Y seguirá el turno a los miembros de la Asamblea Nacional que ha sido declarada en desacato y que ya ha recibido amenazas por parte de Nicolás Maduro. Una orden bastará para detener a 112 asambleístas y convertirlos en presos políticos. Y de paso, seguirán los dirigentes de la oposición representada por la mesa de Unidad democrática. Seguramente serán acusados de incitación a la violencia, el mismo “delito” por el que Leopoldo López fue detenido y sentenciado.
Desde luego, para realizar todas estas detenciones, el gobierno de Maduro tendrá que usar la fuerza y esto implicará que muchos civiles venezolanos resulten heridos o muertos en una guerra civil en la que el gobierno venezolano, apoyado por apenas un 15 a 20% de la población, pero bien equipado militarmente con todo tipo de armamento ligero y pesado, aplastará a la oposición que es apoyada por el 80 o el 85% del pueblo, pero que no tiene armamento. Será el típico caso de piedras contra balas, y en estos casos, siempre ganan las balas.
La comunidad internacional en general, y en particular la mayoría de los países de la Comunidad Europea, la mayoría de los países miembros de la Organización de Estados Americanos y los organismos internacionales de protección a los derechos humanos han criticado al régimen de Maduro, le han pedido que cancele la Asamblea Constituyente y que se realicen elecciones en las que el pueblo, con su voto, pueda resolver pacíficamente la crisis.
Estados Unidos ha impuesto sanciones económicas dirigidas puntualmente hacia los dirigentes chavistas-castristas que apoyan a Maduro y a su Asamblea Constituyente. México y Colombia las han apoyado. Mariano Rajoy ha alzado su voz. El mismo Papa Francisco se ha solidarizado con los obispos venezolanos que se oponen a Maduro y a su Asamblea Constituyente.
Pero Maduro no escucha o no quiere escuchar y con la terquedad de una mula, sigue adelante con sus planes. Se está enfrentando a los países más poderosos del mundo y ha insultado a los gobiernos de muchos de esos países. No se siente presionado y no tiene miedo.
Y no tiene miedo, porque sabe que las sanciones económicas y las críticas no le afectan. Él sabe que Venezuela no puede enfrentarse militarmente a esos países porque sería aplastada, pero sabe que esos países, incluyendo a Estados Unidos, hasta el momento no han planeado ningún tipo de acción militar en apoyo al pueblo venezolano.
La lógica es simple: ¿Qué importa enfrentarse a la potencia militar número uno del mundo, si esa potencia no piensa usar su fuerza? No usarla, equivale a no tenerla. Por eso, este fin de semana es un momento de la verdad para Estados Unidos, para los demás países del mundo libre y para Venezuela.
Solo un cisma en los militares venezolanos, podría representar una amenaza para Maduro. Los militares tienen armas de todo tipo. Tienen fuerza, pero si eso se diera sería el catalizador de la guerra civil con resultados impredecibles. Eso no se puede medir ni predecir. Si los militares se ponen del lado del pueblo y se enfrentan a la policía y a los colectivos chavistas podría darse una situación similar a la que se dió en Rumania. Pero esto es pura teoría. Nadie sabe a ciencia cierta lo que pasará.
Mientras tanto el éxodo venezolano se dispara. Los venezolanos emigran a todo país que los reciba. Hay cientos de miles en Estados Unidos y en Colombia, y decenas de miles en Perú y en España y muchos más en otros países. Salen de Venezuela, por la inseguridad, por la escasez de alimentos y medicinas, porque no se ve un futuro, por miedo a la guerra civil y por pánico a la cubanización final de Venezuela.
Venezuela está muriendo. La están matando, y el mundo libre debe pasar de la acción a los hechos. Las palabras no resuelven nada. Hay que ayudar al pueblo venezolano a reencontrarse con la libertad y con la democracia.
Se acerca uno de los llamados “momentos de la verdad” en los se define la congruencia entre lo que se dice y lo que se hace, donde se demuestra de qué madera está hecho el mundo libre. Ya los venezolanos hicieron su parte. Ahora es indispensable que el mundo libre los apoye.
Ayuden a Venezuela. Lo necesita y lo merece.


jueves, 27 de julio de 2017

¿POR QUÉ EL MUNDO VE EL PROBLEMA DE CUBA DE FORMA DISTINTA AL DE VENEZUELA?

Los dictadores de Venezuela y Cuba: Nicolás Maduro y Raúl Castro
El castrismo y el chavismo son hermanos, aunque el chavismo sea más joven. Ambos se apoyan y protegen mutuamente y comparten una falsa ideología. Ambos países dicen ser democráticos. En Cuba denominan a su ideología como “Socialismo” y en Venezuela llaman a la suya “Socialismo del siglo XXI”, pero ninguno de los dos países ni remotamente califica ni como demócrata ni como socialista.

En el mundo hay muchos partidos políticos de ideología Social-Demócrata, Social-Cristiana o como se quiera denominar. Son partidos democráticos, respetuosos del juego electoral y que en su plataforma incluyen conceptos de justicia social, pero rechazan los dogmas marxistas o comunistas.

La negación de la importancia del capital privado y la promoción de la lucha de clases no tienen cabida en el mundo moderno. La dictadura del proletariado es un concepto jurásico que demostró que era una utopía. El colapso soviético sirvió para exponer con creces la inviabilidad marxista.

Tanto en Cuba como en Venezuela, se tienen gobiernos represivos que limitan las libertades de sus pueblos. Son gobiernos dictatoriales. En Cuba, la dictadura es totalitaria porque controla totalmente los aspectos sociales, políticos y económicos. En Venezuela se tiene una dictadura que va en camino de convertirse en totalitaria. El castrismo cubano lleva años asesorando al chavismo venezolano y el chavismo lleva años ayudando y subsidiando económicamente al castrismo.

El castrismo llegó al poder ante el vacío de poder que se produjo tras la caída de la dictadura de Fulgencio Batista el 1ro. de enero de 1959. Cuba lleva 58 años sometida por la dictadura castrista, que se caracterizó por actuar rápidamente, y que en un lapso de 3 a 4 años destruyó por completo las instituciones democráticas, económicas y la sociedad civil cubanas.

Desde luego, se vio favorecido por la llamada guerra fría, por los errores de los gobiernos norteamericanos de Dwight Eisenhower y John Kennedy y por la ayuda y el apoyo que recibió por parte de la Unión Soviética. Nikita Jruschov supo aprovechar los errores norteamericanos y la ambición de poder de los castristas. La Unión Soviética y el castrismo ganaron, y el pueblo cubano y los Estados Unidos resultaron perdedores.

En Venezuela, el chavismo llegó al poder por la vía electoral, cuando Hugo Chávez ganó las elecciones y tomó posesión en febrero de 1999. Chávez, con su carisma y sus promesas de reformas económicas supo ganarse el favor de los pobres y la clase trabajadora que, con sus votos, lo llevaron al poder. Chávez murió en marzo de 2014 pero mientras estuvo vivo no perdió una sola elección.

A diferencia del castrismo, que en tres años destruyó las instituciones democráticas y económicas de Cuba, Chávez, que igual que Fidel Castro poseía un gran carisma, fue introduciendo sus cambios paulatinamente.

Venezuela es un país muy rico en recursos petroleros y a Chávez le tocó vivir una etapa en que los precios del petróleo subieron mucho.

En 1997-1998, debido a la crisis económica asiática, los precios del petróleo se habían derrumbado. En diciembre de 1998, el precio del barril de crudo Brent, costaba alrededor de $11.75, pero a partir de 1999 comenzó a recuperarse y no paró de subir hasta que en Julio de 2008 se cotizó a unos $134.00 por Barril.

En 2008, sufrió una caída que lo llevó a $41.58 por barril, pero la caída fue breve y a partir de diciembre de ese año comenzó nuevamente a recuperarse. En el 2010 rondaba los $85.00 por barril y desde principios de 2011 hasta septiembre de 2014 se mantuvo oscilando alrededor de los $100.00 por barril.

Hugo Chávez utilizó los ingresos petroleros para ganar favores políticos, subsidió la economía de Cuba, y por supuesto, también la de Venezuela que, aunque se iba estatizando, no cayó en la escasez. Pero esos logros no fueron del chavismo sino de los altos precios del petróleo. La economía venezolana se había venido destrozando poco a poco.

Después de la muerte de Chávez, viene la crisis. Nicolás Maduro ganó su primera elección en 2013 gracias a que Chávez lo había designado como su heredero y las ganó por muy poco margen.

Cuando se produce el derrumbe de los precios y de la producción de petróleo, y ante su falta de carisma y liderazgo para gobernar, Maduro recurre a la represión, y apoyado por la mayoría parlamentaria chavista, Venezuela se comienza a cubanizar a pasos acelerados.

En las elecciones parlamentarias de 2015, el chavismo fue apabullado y la oposición obtuvo la mayoría absoluta, que el gobierno nunca quiso reconocer. Se acentuó la represión, se bloqueó un referendo revocatorio, y hoy el país está destruido, con protestas callejeras y Maduro promoviendo una nueva constitución a la cubana.

Cualquier apariencia de democracia ya desapareció, y el gobierno no ha querido hacer más elecciones. Venezuela camina a pasos agigantados hacia una guerra civil y hacia un totalitarismo tipo cubano. En 2016-2017, Venezuela está viviendo lo que Cuba vivió entre 1961 y 1964.

La única diferencia radica en que en Cuba se había destruido la sociedad civil y las instituciones democráticas, mientras en Venezuela por ahora subsisten y la Internet ayuda mucho. La OEA, la ONU, la Unión Europea, la mayoría de los países latinoamericanos y hasta el Papa, protestan por lo que sucede en Venezuela. Eso nunca lo hicieron cuando el castrismo convirtió el gobierno cubano en una dictadura totalitaria.

Los cubanos somos solidarios con la lucha del pueblo venezolano por reconquistar la democracia y volver a ser libres. Nos parece muy bien, aunque quizás insuficiente, el apoyo internacional que están recibiendo.

Ojalá Venezuela pronto sea libre otra vez, y ojalá que el mundo no se olvide de Cuba. Los cubanos necesitamos que la comunidad internacional nos brinde el mismo apoyo que le está brindando a Venezuela.

¿Porqué nos ven diferente a nuestros hermanos venezolanos, si tenemos exactamente el mismo problema que ellos?


Libertad para Venezuela…   y Libertad para Cuba.


domingo, 23 de julio de 2017

DISOCIACIÓN Y FANATISMO IRRACIONAL ES LO QUE DIVIDE Y ETIQUETA A LOS CUBANOS.


La psicología define la disociación como un distanciamiento de la realidad y por diversas construcciones mentales en las personas. Es un mecanismo de defensa que ayuda a tolerar e estrés y se caracteriza por una variedad de construcciones mentales en la imaginación de las personas.

Los cubanos hemos sufrido la represión, las carencias y los efectos de la revolución castrista por un período extremadamente largo. Eso indudablemente ha causado estrés y eso hace que cada cubano pinte su propia realidad de porqué el castrismo sigue gobernando en Cuba y sobre lo que debemos hacer para lograr la ansiada liberación.

Un primer problema es cuando creamos una diferencia entre los cubanos de “antes” y los cubanos de “ahora”. No entendemos que somos los mismos, pero fuimos educados y formados en un entorno diferente.

Los cubanos que vivimos la Cuba pre-castrista, fuimos educados con libertad, con acceso a la información, con un gran involucramiento de nuestros padres en nuestra formación, y muchos con el complemento que una formación religiosa da. Eso nos formó mentalmente y dábamos por sentadas muchas cosas que teníamos como la Libertad económica, política, de movimiento, de asociación, etc. Nos dimos cuenta de ellas cuando las perdimos por causa del totalitarismo castrista.

Muchos salimos de Cuba y nos desarrollamos o continuamos desarrollándonos en un mundo libre, sin más limitación que la ley. Entonces desarrollamos el concepto de que todos los cubanos tenían que pensar como nosotros y si pensaban diferente o eran comunistas o no pensaban como cubanos.

Mientras tanto, los cubanos de la Cuba post castrista, fueron educados sin libertad, sin acceso a la libre información, sino que recibían una información que tergiversan la verdad de todo y su mente, con pocas excepciones, fue programada para pensar diferente a como pensábamos nosotros. No conocieron la libertad y se les decía que en Cuba se vivía mejor que en otros lados y no tenían como compararlo.

Se les decía que a pesar de lo poco que ganaban en Cuba, ganaban más que en otros países y que aparte el “gobierno” les otorgaba muchos beneficios “Gratis” como la salud y la educación. Nadie les dijo que los beneficios que recibían no eran gratis, sino que costaban dinero y que ese dinero provenía del bajo sueldo que recibían y que equivalía a un impuesto descomunal. Nadie les dijo que el gobierno vivía en un déficit perenne que se compensaba con los subsidios de la Unión Soviética y posteriormente de Venezuela.

Nadie les decía que, en muchos otros países, los ciudadanos gozaban de esos beneficios sociales y ganaban mucho más y que se vivía en un entorno donde el estado recibía los recursos necesarios por la vía fiscal y sin necesidad de impuestos confiscatorios. Fueron adoctrinados para creer que el infierno en que vivían era la gloria. No veían que el gobierno castrista había devastado al país, había arrasado con su economía y había envenenado la mente de las personas.

Y entonces se crearon dos cubanos que pensaban diferente en base a la información de que disponían. Los de afuera que veían a los de adentro como flojos que vivían de lo que el gobierno les daba y de lo que les habían quitado a ellos y los de adentro que veían a los de afuera como explotadores que les querían quitar lo que la revolución les había dado.

Lo interesante es que cuando reciben información y cuando entienden lo que ha pasado, los de adentro y los de afuera terminan pensando de manera similar, de ahí la importancia de lograr en Cuba un libre acceso a la internet y la libertad de información. La única diferencia entre los cubanos de adentro y los de afuera es el acceso a la libre información.

Otro problema de la mayoría de los cubanos de antes, es un concepto que el partido republicano ha manejado muy bien. Si eres cubano tienes que ser republicano porque los demócratas son comunistas. Los demócratas ayudan a los castristas y los republicanos son los que van a ayudar a liberar a Cuba del comunismo. También igualan los conceptos de justicia social con el marxismo y lo asocian a los demócratas. Han trabajado para hacer a los cubanos fanáticos republicanos y han tenido éxito.

Ni los demócratas son comunistas, ni los republicanos van a liberar a Cuba del comunismo, ni toda la justicia social es marxista. Pero con tal de ganar votos para las elecciones, para los políticos todo se vale, lo que no es más que una “versión” de que el fin justifica los medios.

Si analizamos la situación de Cuba, desde 1959 a la fecha ha habido 12 diferentes presidentes norteamericanos, de los cuales 7 han sido republicanos (Dwight Eisenhower, Richard Nixon, Gerald Ford, Ronald Reagan, George H. W. Bush, George W. Bush y Donald Trump) y 5 han sido demócratas (John Kennedy, Lyndon Johnson, Jimmy Carter, Bill Clinton y Barack Obama) y ninguno ha hecho nada y Cuba sigue siendo gobernada por el castrismo.

La razón es que el gobierno norteamericano, sin importar quién es el presidente o qué partido lo postuló, toma las decisiones que convienen a Estados Unidos en base a las prioridades estratégicas que se fijan, y la libertad de Cuba nunca ha sido una prioridad para ningún gobierno norteamericano. Los candidatos se acercan a los cubanoamericanos buscando su voto, y prometen cualquier cosa, pero una vez electos, actúan en base a las prioridades norteamericanas.

Y también se nos ha hecho creer que cualquier presidente que se preocupa por la justicia social es marxista o comunista e inmediatamente lo asignan a los demócratas y eso es falso. El Seguro Social se estableció bajo la presidencia del demócrata Franklin D. Roosevelt, el Medicare y el Medicaid se introdujeron en 1965 bajo la presidencia del demócrata Lyndon Johnson y ha sufrido modificaciones. La última gran modificación fue añadirle la cobertura de medicinas introducida en 2006 bajo la presidencia del republicano George W. Bush. El seguro Social es bipartidista.

El Seguro de Cuidado Médico se estableció bajo la presidencia del demócrata Barack Obama y como toda ley nueva, requiere de ajustes, pero, aunque el presidente Donald Trump ha intentado modificar la ley, no lo ha logrado. Pero nótese que una ley que inicialmente los republicanos querían derogar, ahora, bajo un gobierno republicano, buscan sustituirla y mejorarla. La ley de salud no es marxista.

Cabe señalar que La mayoría de los países tienen leyes de cobertura de Salud para la población y solo Estados Unidos, que es el país líder del mundo, carecía de ella hasta la administración de Obama. Algunos políticos se oponen a mantenerla o cambiarla indicando que sería socializar la medicina, pero la verdad es todo lo contrario y en realidad están protegiendo los intereses de las compañías aseguradoras.

Sin embargo, muchos cubanos republicanos se oponen a la Ley del cuidado de la salud porque creen que se está socializando la medicina. Considerar marxista a toda ley que favorezca la justicia social, es un fanatismo que se ha inculcado en una gran mayoría de los cubanos en Estados Unidos (y hasta en muchos norteamericanos).

Ni todo lo republicano es bueno, ni todo lo demócrata es malo. Y los cubanos, tanto los de antes como los de ahora, somos víctimas del mismo sistema totalitario castrista. Nos afectaron hace seis décadas y nos siguen afectando ahora, pero todos estos elementos coadyuvan a crear animadversión y división entre nosotros y eso no debe pasar.


La disociación y el fanatismo irracional, dividen y ponen etiquetas a los cubanos, y eso es malo. Ojalá recuperemos nuestra capacidad para razonar y para unirnos en lo esencial, dejemos de confiar en falsas promesas y exijamos ser apoyados como lo merecemos.

jueves, 20 de julio de 2017

CONOZCA QUIEN FUE OSWALDO PAYÁ SARDIÑAS


El sábado 22 de Julio de 2017, se cumplen cinco años de la trágica muerte de Oswaldo Payá.

Oswaldo José Payá Sardiñas nació el 29 de febrero de 1952 en el barrio habanero del Cerro, en el seno de una familia cubana que profesaba la religión católica romana. Estudió en una escuela primaria pública antes de matricularse en un colegio de los Hermanos Maristas al que asistió hasta que el gobierno castrista expropió todas las escuelas privadas.

Su familia era conocida por no simpatizar con el gobierno castrista y por practicar escrupulosamente su religión en una época en que muchos cubanos prefirieron alejarse de las iglesias. Oswaldo sólo tenía nueve años de edad, cuando durante la invasión de Bahía de Cochinos de 1961, su familia fue acosada por contrarrevolucionaria, y los hombres fueron detenidos como sucedió con cientos de miles de habaneros que el gobierno encerró por varios días.

Su educación y creencias hicieron que él nunca se involucrara en las organizaciones juveniles comunistas.  Payá fue el único estudiante de su escuela que se negó a ingresar al movimiento de los “Pioneros” y por eso siempre fue vigilado y desacreditado por sus profesores.  Payá siempre rehusó integrarse al Partido Comunista Cubano y a ninguna de sus organizaciones satélites.

En 1968, teniendo solo 16 años de edad, se convierte en un crítico de la invasión soviética a Checoslovaquia. Fue acusado de ser el líder de un grupo de jóvenes que pensaban como él y lo llaman a cumplir su Servicio Militar Obligatorio, siendo enviado enviado a un campamento de castigo ubicado en la Isla de la Juventud (Isla de Pinos) donde fue forzado a realizar diversos trabajos durante tres años.

Se le obligaba a trabajar jornadas excesivas tanto en Isla de Pinos como en Camagüey, vivía en condiciones infrahumanas, y era castigado continuamente. Pero en Isla de Pinos continuaba practicando su religión y participando lo más activamente que podía en actividades religiosas. En se lapso logra terminar su preuniversitario asistiendo a clases nocturnas.

Finalmente, en 1972 puede regresar a su hogar. Se inscribe en la Universidad de La Habana para estudiar Física. Pero por estar señalado, es forzado a dejar la escuela diurna y tiene que acudir a clases nocturnas para graduarse como profesor de Física.

Una vez graduado, le fue imposible conseguir un trabajo acorde a lo que había estudiado y termina trabajando en una carpintería, hasta que finalmente consigue que lo acepten en una escuela nocturna donde trabajaba como profesor mientras completaba las asignaturas requeridas para convertirse en Ingeniero en Telecomunicaciones. Finalmente, también es obligado a dejar de dar clases en la escuela nocturna.

En 1980, durante el éxodo del Mariel arreglaron que fueran a buscarlo para traerlo a Miami, pero él se negó a abandonar Cuba, a pesar de que su vida era de acoso continuo y de detenciones arbitrarias ocasionales.

En 1986 se casa con la Ingeniero Civil Ofelia Acevedo Maura. De su matrimonio nacieron tres hijos: Oswaldo José, Rosa María y Reynaldo Isaías.

Oswaldo Payá defendía una oposición firme pero pacífica, y en 1988 funda el Movimiento Cristiano Liberación y como Coordinador Nacional del mismo, hace un llamado a lograr un cambio en Cuba. Es detenido por la policía y amenazado de que, si continuaba, se exponía a ser sancionado severamente. Pero Payá continuó.

En 1992, manifiesta públicamente su intención de aspirar a ser electo a la Asamblea Nacional del Poder Popular, pero dos días antes de la fecha en que se iba a celebrar la Asamblea de Postulación, es detenido en su casa por la Seguridad del Estado y es mantenido secuestrado en un centro de los CDR (Comités de Defensa de las Revolución) mientras la Asamblea de Postulación se celebra en una sesión cerrada donde solo participaron miembros del Partido Comunista Cubano.

En 1997, Payá y otros 10 miembros del MCL, se postulan como candidatos a la Asamblea y logran recoger cientos de firmas de apoyo a sus candidaturas lo que marca la primera vez que algunos ciudadanos, sin ser del gobierno, se postulan y demuestran contar con apoyo popular a través de las firmas. Sin embargo, las comisiones electorales se negaron a aceptar las candidaturas.

Decidido a continuar su lucha pacífica, en 1998 lanza el “Proyecto Varela” que consistía en aprovechar un derecho establecido en el artículo 88 de la constitución de 1976, que permitía que 10,000 ciudadanos cubanos que estuvieran registrados como electores, podían proponer cambios en el orden jurídico que el pueblo aceptaría o rechazaría mediante una consulta popular o referendo.

El Proyecto Varela proponía 5 cambios que transformaban radicalmente el modelo castrista, ya que planteaban:
  1. El derecho a la libre asociación, 
  2. El derecho a la libertad de expresión y a la libertad de prensa, 
  3. Una amnistía total para todos los presos políticos, 
  4. El derecho a la propiedad privada y a la libre empresa, 
  5. El derecho a votar en elecciones libres y plurales.

Payá juntó 25,404 firmas de electores con nombres, firmas, direcciones y sus números del carnet de identidad apoyando el Proyecto Varela, o sea, muchas más de las 10,000 requeridas. Cuando el gobierno se percató de la situación, de inmediato procedió a enmendar su propia constitución para declarar irrevocables los principios marxistas castristas.

Payá continuó su lucha, y en 2003 comenzó el llamado “Diálogo Nacional” en el que participaron miles de cubanos dentro y fuera de Cuba. Los resultados fueron presentados en 2006 en un documento llamado “Todos cubanos” que buscaba llevar a una transición pacífica y democrática.

La lucha pacífica de Payá fue reconocida por numerosos organismos y países. Recibió numerosos premios, entre los que se encuentran el Premio Sajarov a los derechos humanos del parlamento europeo, Premio Horno Homini de la República Checa, Premio Averell Harriman por la democracia, Medalla Manuel Carrasco, Premio Encina de la libertad y muchos más.

También recibió Doctorados Honoris Causa en diversas Universidades y en cinco ocasiones fue candidato oficial al Premio Nobel de la Paz.

Pero siempre estuvo en la mira del gobierno castrista, y el 22 de Julio de 2012, tras un accidente automovilístico que nunca ha quedado bien aclarado, Oswaldo Payá falleció en la provincia cubana de Bayamo. En el mismo accidente falleció el joven dirigente opositor Harold Cepero.  El gobierno de Cuba nunca permitió una investigación independiente del accidente que pudiera confirmar que el auto de Payá había sido embestido por otro vehículo, presumiblemente de la Seguridad del estado.

Hoy en día, su hija Rosa María Payá Acevedo, lidera el proyecto “Cuba Decide” que busca lograr un plebiscito en Cuba para lograr cambios pacíficos dentro de los parámetros de la constitución vigente actualmente en Cuba.


De manera muy resumida, he presentado una breve biografía de Oswaldo Payá, a quien sin temor a equivocarme, considero un gran hombre, un gran cubano y un gran patriota, y por supuesto, apoyo a su hija Rosa María en su proyecto para lograr que el pueblo cubano pueda expresarse libremente.

martes, 18 de julio de 2017

¡DINERO! por Pedro Acosta (Nikka)

Dedicado a "Charly".
Veo muchísima preocupación y acusaciones a la disidencia por parte del gobierno y la Seguridad del Estado asegurando que reciben dinero y que es financiada desde el exterior. Como siempre engloban y no dan pruebas. Lo primero, ¿pagada por quién? ¿por qué? y ¿para qué?

Lo segundo, ¿el dinero tiene ideología capitalista, socialista o comunista?

Aclarenme por favor porque ni los euros, ni el dólar, ni el peso cubano pudieron darme una respuesta congruente al respecto de su ideología.

Hace días, luego de una visita a “Villa Marista” para reclamar lo que es mío y dónde -“cosa rara”- me engañó el Tte. Coronel “Angel” fui citado a la Unidad de la PNR de Aguilera, en Lawton.

Cuál no sería mi sorpresas al percatarme de que allí nadie conocía del caso “Eliecer” y no existía ningún Instructor con el nombre del 1er Teniente que me había citado telefónicamente. Me di cuenta del engaño. Esa unidad es la tapadera que utiliza la Seguridad del Estado para instruir el caso de Eliecer Ávila y así desembarazarse de desagradables visitas e inexplicables acciones e incautaciones.

Como confirmación de lo expresado, al Instructor lo acompañaban los oficiales de la Seguridad Yordan ,que se retiró, y Charly. En determinado momento el oficial roza el tema del dinero, pero no entré en el “juego” que él quería y no le contesté.

Ahora lo hago para que cuando me visite en casa, como me “prometió”, pueda hacer la tarea y conocer y estudiar sobre el tema. Entremos de lleno en materia.

Pregunto a Charly y compañía, el dinero con que el Movimiento 26 de Julio se mantuvo y realizó sus actividades, incluido el terrorismo, ¿de dónde procedía? Fidel aceptó ayuda y dinero de ricos y pobres. De capitalistas, socialistas y comunistas. De morales e inmorales, incluido algún que otro cultivador de marihuana.

Agarró dinero de terratenientes y empresarios a quienes pensaba arrebatar sus propiedades.
Cruzó el Río Bravo para entrar en los Estados Unidos y entrevistarse con el expresidente cubano Carlos Prío Socarrás quien, según el propio Fidel, era un corrupto cocainómano y su enemigo jurado y que le he “echó” encima, mientras estudiaba en la Universidad, a Carlos Salabarría, jefe de la Policía Política durante la presidencia de Prío.

El objetivo de aquella visita era pedirle 50 mil dólares a su enemigo político. Monto que en estos momentos representaría no menos de medio millón de dólares. Fidel dijo de aquella entrevista que por lograr sus fines él haría cualquier cosa y pactaría con cualquiera.

¿Sabes Charly que la avioneta que piloteaba Hubert Matos hasta la Sierra Maestra procedente de Costa Rica, y en la que venía Pedro Miret, traía dinero y armas donadas por José Figueres en aquel entonces Presidente de ese país?

¿Por qué la disidencia estaría obligada a discriminar el dinero para mantener sus actividades y para darse a conocer en el exterior?

Te pregunto joven oficial, ¿de dónde procedía el dinero con que Chávez financió su campaña electoral primera?

Evo Morales declaró que él jamás pensó lanzarse a una campaña por la presidencia de Bolivia, pues entre muchas cuestiones no contaba con los recursos para ello, pero… que Fidel y Chávez lo convencieron. ¿Con qué lo convencieron? ¿Quien puso los recursos?

Imagino que las razones fueron de mucho ¡peso!

¿De dónde procede el dinero con que se mantiene el Partido Comunista de Cuba? ¿De sus miembros como plantean ellos?

¿Cuánto gasta el Partido en el salario de los miles de cuadros profesionales con que cuenta, en el mantenimiento de todas sus sedes desde el Comité Central hasta los Comités municipales, en las reuniones que celebra no en todas sus instancias, en sus Congresos, en sus viajes dentro y fuera del país tanto en funciones de trabajo como de placer? Los etcéteras pueden ser muchos.

Claro está el Partido no necesita ahora de recaudos exteriores ni de otros. ¡Las arcas del Estado, o sea del pueblo, están a su entera disposición!

Como siempre y en todo, los “revolucionarios”, los “comunistas” tienen un rasero para medirse y otro para medir. Si tanto escuece la problemática del dinero ¿por qué no se nos permite organizarnos y establecer nuestras reglas?

¿Por qué quieren someter a la oposición a normas que ellos no cumplieron ni cumplen?

Sencillo, y no me cansaré de repetirlo, porque el día que nos permitan actuar, incluso con sus reglas, como sentenciara Raúl en la clausura de su séptimo Congreso, se acabaría el Partido Comunista de Cuba.

Frase que desmiente lo que ellos afirman sobre el apoyo mayoritario e incondicional del pueblo para con el PCC.

lunes, 17 de julio de 2017

SE REALIZÓ LA CONSULTA POPULAR EN VENEZUELA Y EL PUEBLO HABLÓ. ¿AHORA, QUE SUCEDERÁ?

Durante la consulta, los colectivos asesinaron a una mujer venezolana
Ayer los venezolanos celebraron exitosamente la consulta popular organizada por la Asamblea Nacional. El resultado de la misma ha sido concluyente. El 98% de los más de 7 millones de venezolanos que votaron, se manifestaron por rechazar una nueva constitución.

La consulta es legal y válida de acuerdo al artículo 71 de la constitución vigente, pero solo es vinculante para la Asamblea Nacional que puede usar los resultados para legislar, emitir disposiciones o cualquier asunto que sea de su competencia. Pero no es vinculante para el Ejecutivo.

Nicolás Maduro la desconoce y hasta la califica de ilegal, El Tribunal Supremo de Justicia de Venezuela, no la prohibió ni ordenó confiscar las boletas, aunque ese mismo tribunal ha declarado a la Asamblea Nacional en desacato y ha dictaminado como no válidos los acuerdos y leyes emanados de ella.

En una democracia, el que manda es el pueblo, y el pueblo ejerce su poder mediante el voto. Pero Venezuela no es una democracia sino una dictadura y el que manda es Nicolás Maduro quien ejerce su poder mediante la fuerza y la represión sin importarle lo que el pueblo exprese.

Muchos países se han expresado sobre la consulta y han expresado que el pueblo ha hablado, y le han expresado al gobierno de Maduro que debe aceptar los resultados de la misma y suspender su Asamblea Constituyente. Políticos y ciudadanos chavistas también votaron y se expresaron en contra de la constituyente de Maduro. Maduro tiene en su contra al mundo entero excepto un pequeño grupo de incondicionales.

Pero Nicolás Maduro es terco como una mula y se niega a aceptar el mandato popular y continúa con sus planes para realizar la constituyente para darle legitimidad a su dictadura, con el agravante de que el pueblo no tendría la facultad de aprobar esa nueva constitución. La Asamblea Constituyente de Maduro, sí es ilegal de acuerdo a la constitución vigente.

Ahora, ¿Qué va a suceder?

La oposición intensificará su campaña en contra de Maduro y en contra de su Asamblea Constituyente. Consideran que el resultado de la consulta popular como un punto de inflexión hacia el fin del gobierno chavista. Se incrementarán las manifestaciones, el pueblo tomará las calles y se negará a desalojarlas.

La Asamblea Nacional ordenará una desobediencia civil total contra todas las disposiciones de la dictadura, pero Nicolás Maduro se hará de oídos sordos, seguirá adelante con sus planes de establecer una dictadura “legal” a la cubana y ordenará reprimir con fuerza a la oposición.

Si antes de la consulta popular, Venezuela se encontraba al borde de una guerra civil, el resultado de la consulta y la reacción del gobierno puede ser el disparador final. Si Maduro no da marcha atrás, Venezuela irá irremediablemente hacia una guerra civil.

Habrá que saber la reacción de los militares y que hará la comunidad internacional.

Uno de los acuerdos de la consulta fue pedir a los militares que defiendan la constitución vigente que es la chavista. El chavismo está dividido y los militares también. Pero. ¿permitirán que ante una guerra civil el gobierno desarrolle una masacre contra el pueblo, o intervendrán para impedirla?

¿Se dividirán y parte apoyará a Nicolás Maduro y parte se unirá al pueblo? Esto convertiría la guerra civil en una guerra formal entre militares, con armas potentes, tanques, fuerza aérea, etc.

Y ¿Qué hará la comunidad internacional que tantas veces ha intervenido para evitar guerras civiles en el mundo entero? ¿Callará o se movilizará para detener la guerra civil y restaurar la legalidad en Venezuela?


Para Venezuela, se acerca el momento de la verdad.


sábado, 15 de julio de 2017

POR QUÉ LAS SANCIONES ECONÓMICAS NO HAN FUNCIONADO CONTRA EL CASTRISMO.

El Embargo no ha funcionado para lograr el fin del castrismo
El primer embargo establecido por el gobierno norteamericano contra el gobierno de Cuba se impuso el 14 de marzo de 1958. En esa fecha gobernaba Fulgencio Batista y el gobierno del presidente Dwight Eisenhower, apoyando la revolución castrista y promoviendo la caída del dictador, decretó un embargo total a la venta de armas contra el gobierno cubano.
Esto, aparte del fuerte impacto desmoralizador para los militares cubanos, fue uno de los factores decisivos para que Fulgencio Batista abandonara el poder, huyera de Cuba y triunfara la revolución.
Cuando Fidel Castro tomó el poder en Cuba y comenzó a expropiar las empresas norteamericanas establecidas en Cuba, incluyendo las refinerías petroleras, sin que mediara ningún tipo de indemnización, el 19 de octubre de 1960 el gobierno de Eisenhower impuso un embargo a las exportaciones norteamericanas a Cuba, con la excepción de alimentos y medicinas.
El 7 de febrero de 1962, ya bajo la presidencia de John F. Kennedy, el embargo se amplió hasta incluir casi todas las exportaciones norteamericanas hacia la isla.
La noche del 22 de octubre de 1962, el presidente Kennedy dirigió un discurso a la nación, informando que se habían descubierto emplazamientos de misiles nucleares soviéticos en Cuba e informó que se había establecido un bloqueo naval total de Cuba, orientado a impedir que más armamento nuclear pudiera llegar a Cuba. Ningún otro producto que no fuera militar o nuclear estaba incluido. El mundo estuvo a punto de que estallara una guerra nuclear.
Comenzaron las negociaciones con los soviéticos, de las que Cuba estuvo totalmente al margen. Estados Unidos hizo varias propuestas secretas con el objetivo de solucionar la crisis sin llegar a una devastadora guerra nuclear, y el 28 de octubre, Nikita Jruschov anunció, a través de un mensaje difundido por Radio Moscú, su intención de desmantelar y remover los misiles nucleares que se habían instalado en Cuba, lo que comenzaron a hacer la tarde de ese mismo día.
Se había abortado la amenaza de una guerra nuclear, y ante los ojos del mundo, Kennedy había emergido como el triunfador pero los acuerdos secretos conocidos como los tratados Jruschov-Kennedy, obligaban a Estados Unidos a comprometerse a no invadir Cuba, ni permitir ninguna acción desde su territorio contra Cuba. También los norteamericanos se comprometieron a retirar los proyectiles Júpiter que tenían emplazados en Turquía.
El 29 de octubre Kennedy recibió una carta de Jruschov confirmando lo que había difundido Radio Moscú el día anterior, y la crisis de los misiles terminó. El Bloqueo naval norteamericano llegó a su fin y sólo quedó en vigor el embargo, al que en Cuba llaman "Bloqueo", una denominación que tiene un significado más agresivo.
En 1992, el embargo norteamericano se convirtió en Ley al aprobarse la llamada Ley Helms Burton que condiciona el levantamiento del embargo al restablecimiento de la Libertad y la Democracia en Cuba, pero no funcionó. Cuba siguió siendo comunista y la represión castrista continuó.
Cuba le ha echado la culpa de todas sus penurias económicas al embargo norteamericano y mucha gente lo cree así, pero esa es una falsedad. El embargo solamente ha afectado la posibilidad de que Cuba adquiera productos de Estados Unidos, pero siempre ha podido adquirir esos mismos productos de cualquier otro país.
Lo que ha limitado la posibilidad de Cuba para comprar productos es su carencia de dinero, y aunque el acceso a créditos norteamericanos está cerrado por el embargo, el acceso a créditos de otros países estaba abierto. Pero el problema era que Cuba no pagaba y cuando uno no paga lo que le prestan, le suspenden el crédito.
Los soviéticos subsidiaron la improductiva economía castrista desde 1963 hasta el desmembramiento de la Unión Soviética en 1991. Cuando eso sucedió, Cuba dejó de recibir petróleo ruso y el subsidio prácticamente desapareció. Cuba se quedó sin recursos para poder comprar en el extranjero los productos que necesitaba, y se estableció el llamado “Período especial en tiempos de paz”. Había apagones eléctricos y escasez de casi todo. Los pobres cubanos se volvieron mucho más pobres.
Sin embargo, las fuerzas represivas cubanas pudieron evitar que el descontento de la población se transformara en una rebelión y los cubanos tuvieron que aceptar vivir en condiciones de extrema pobreza. Cuba tuvo que realizar cambios en sus políticas para sobrellevar la crisis. El país se abrió a inversiones extranjeras que normalmente provenían de capitales especulativos. Así mismo, se promovió nuevamente el turismo como fuente de divisas.
Paulatinamente la situación mejoró un poco hasta que en 1998, cuando Hugo Chávez gana las elecciones y se convierte en presidente de Venezuela, ese país asume el papel de mecenas a través de intercambios comerciales preferenciales que incluían el envío de 100,000 barriles de petróleo diarios, a precios subsidiados.
Cuba utilizaba parte del petróleo, y el resto lo revendía a otros países al precio del mercado, obteniendo divisas que le permitían volver a adquirir productos del extranjero con lo que la escasez disminuyó notablemente en Cuba.
Hoy, la crisis venezolana ha provocado que Venezuela disminuya la cantidad de petróleo que envía a Cuba, y la caída en los precios internacionales del crudo hace que Cuba reciba menos divisas por el petróleo que vende. Si el gobierno de Nicolás Maduro llegara a caer, Cuba se hundiría nuevamente en una crisis económica de proporciones descomunales.
Pero difícilmente la situación económica provocará el fin del castrismo.
En primer lugar, el embargo siempre fue unilateral y no multilateral. Cuando se aplicaron medidas a Sudáfrica para forzar el fin del apartheid fueron aplicadas por casi todo el mundo libre. Sudáfrica no sólo fue aislada económicamente, sino que se le prohibió participar en todo evento internacional de cualquier tipo. Hasta se prohibió que equipos sudafricanos compitieran en eventos deportivos como las Olimpíadas y el mundial de fútbol.
El aislamiento total forzó al gobierno sudafricano a desmantelar las políticas segregacionistas y así emergió una Sudáfrica integrada.
En Cuba nunca ha existido la voluntad de actuar de manera multilateral y por eso el embargo no ha funcionado. Ha sido más permeable que un colador.
Y la propia Ley Helms Burton, no ha sido nunca aplicada en su totalidad. El Título III de la misma, que permite a cualquier estadounidense, incluyendo a los cubanos nacionalizados, demandar en los tribunales a quienes se estén beneficiando de las propiedades expropiadas, nunca ha sido aplicada y sistemáticamente su entrada en vigor ha sido pospuesta por los presidentes Clinton, Bush, Obama y ahora Donald Trump.
Y cuando la ONU manda a Cuba a un experto para analizar la situación de los derechos humanos en Cuba, hace el ridículo como la relatora Virginia Dandan quien negó la existencia de una oposición politica en Cuba. No sé si sea ceguera, ineptitud o complicidad.
Pero sin duda, no existe voluntad multilateral de actuar contra el castrismo. Por eso ninguna medida económica funcionará para presionar un cambio en Cuba hacia la libertad y hacia la democracia.

¿Será posible cambiar esto?

jueves, 13 de julio de 2017

VEINTITRÉS AÑOS DE UN CRIMEN INJUSTIFICABLE: LA MASACRE DEL REMOLCADOR "13 DE MARZO"

Flores para los hombres, mujeres y niños que fueron asesinados
No hay nada más inaceptable en una sociedad que el asesinato a mansalva, matar por el placer de hacerlo, ser asesino porque se disfruta matando. Son crímenes de lesa humanidad que sólo lo pueden hacer personas de mentes enfermas, de mentes diabólicas y carentes de todo sentimiento. Personas para las que la vida no vale nada.

Hablo de ello y seguramente que a todos los que leen mi columna les salta a la mente al Holocausto judío, a los campos de concentración de Auschwitz donde criminales de la Alemania Nazi ejecutaron a 6 millones de judíos en uno de los hechos más denigrantes que ha vivido Europa. 

Pero el hecho a que me refiero ocurrió en América, muy cerca de aquí, a 90 millas de Estados Unidos y a 7 millas de la salida de la Bahía de la Habana y es uno de los hechos más denigrantes que ha vivido América, el mundo y en particular mi patria, Cuba.

En Cuba se ha matado a mucha gente. Muchos han caído en los paredones de fusilamiento, otros en ejecuciones extrajudiciales. Decenas de miles han muerto en el estrecho de la Florida tratando de escapar de Cuba al zozobrar sus frágiles embarcaciones.
Pero hay dos casos particulares que los cubanos jamás podremos olvidar: 

El primero fue el derribo de las avionetas de los hermanos al rescate en el que aviones MIG del gobierno de Cuba abatieron a dos avionetas desarmadas volando sobre aguas internacionales.

El otro es extremadamente detestable y sucedió hace 23 años en la madrugada del 13 de Julio de 1994. Esa madrugada, aproximadamente a las 3 A.M. y aprovechando la oscuridad de la noche, un grupo de 72 cubanos entre los que había hombres, mujeres y niños se subieron a un barco remolcador llamado “13 de marzo”.

Su idea era huir de Cuba, navegar las 90 millas y llegar a Estados Unidos. Pensaron que el remolcador, que había sido sometido a un mantenimiento y a una renovación integral, les serviría para su travesía. Sigilosamente abordaron la embarcación. En un momento dado, a las 3:15 de la madrugada, arrancaron los motores y comenzaron su recorrido desde la Bahía de la Habana.

Obviamente los motores sonaron al arrancar y el ruido fue detectado. El remolcador comenzó su travesía hacia la libertad, y las autoridades cubanas comenzaron a perseguirlo. Otro remolcador intentó interceptarlo y forzarlo a dirigirse hacia un muelle. Otros remolcadores se unieron a la persecución. Apenas habían salido de la bahía cuando aparecieron otros barcos que los esperaban.

La inteligencia cubana se había enterado del intento de fuga, y estaba preparado para cazarlos e impedir su intento. Esos barcos, utilizaron mangueras para lanzar chorros de agua a presión hacia el “13 de marzo” que estaba construido con madera, lo que lo hacía frágil ante el embate del agua a alta presión.

Unas 7 millas afuera de la bahía, resultó evidente que el remolcador no podría escapar, y detuvo su marcha para rendirse, pero el acoso no cedió. Los asesinos a bordo de los otros barcos, buscaban hundirlos, ahogarlos, matarlos. No les interesaba detenerlos y capturarlos.

Guardacostas de la marina cubana llegaron al lugar, pero se abstuvieron de intervenir y dejaron que los chorros de agua a presión destruyeran poco a poco al “13 de marzo”. Los potentes chorros de agua barrían la cubierta del remolcador y arrastraban hacia el mar a hombres, mujeres y niños. Pero aún así, no paraban y buscaban que se ahogaran. Querían matarlos. Eran criminales asesinando con placer.

Hombres, mujeres y niños cayeron al mar y comenzaron a ahogarse, pero nadie hizo ningún intento por rescatarlos, todo lo contrario. Los barcos embestían a las personas que lograban nadar y los hundían. Era una masacre que no tenía fin. A las 4:50 AM el remolcador se hundió junto con aquellos que se habían refugiado en su interior. Al final, 41 personas habían muerto y solo 31 habían logrado sobrevivir.  El Capitán que dirigió la operación, de apellido Machín fue condecorado.

El hecho fue denunciado por Amnistía Internacional y la Comisión Interamericana de Derechos Humanos de la Organización de Estados Americanos emitió un informe donde acusaba al gobierno cubano de homicidio deliberado. Insisto, fue un crimen de lesa humanidad.

Aunque hubo fuertes protestas por parte de muchos países el gobierno cubano no hizo absolutamente nada y al final todo quedó como antes, pero este hecho permanecerá para siempre como uno de los días más tristes de la historia cubana.

Hoy, a 23 años de ese crimen, todos los cubanos de buena voluntad levantamos nuestra voz, elevamos una oración y encenderemos una vela en memoria de los muertos.

Yo deseo que llegue una reconciliación entre todos los cubanos, pero eso no quiere decir que olvidemos hechos como el del “13 de marzo”. Algún día Dios y la justicia, les pedirán cuentas a esos asesinos.

Descansen en paz las víctimas del hundimiento del remolcador “13 de marzo”.


Nota: Esta columna la publiqué originalmente en mi antiguo Blog, que fue descontinuado hace cierto tiempo (cuando comencé a escribir para Hispano Post y para Yusnaby Post). La publiqué el 13 de Julio de 2014. Hoy la reproduzco con pequeñas modificaciones, porque lo expresado sigue siendo vigente. Fidel murió, se hizo el deshielo, pero la represión y la violación a los derechos humanos continúan.

Pobre Cuba...