sábado, 15 de julio de 2017

POR QUÉ LAS SANCIONES ECONÓMICAS NO HAN FUNCIONADO CONTRA EL CASTRISMO.

El Embargo no ha funcionado para lograr el fin del castrismo
El primer embargo establecido por el gobierno norteamericano contra el gobierno de Cuba se impuso el 14 de marzo de 1958. En esa fecha gobernaba Fulgencio Batista y el gobierno del presidente Dwight Eisenhower, apoyando la revolución castrista y promoviendo la caída del dictador, decretó un embargo total a la venta de armas contra el gobierno cubano.
Esto, aparte del fuerte impacto desmoralizador para los militares cubanos, fue uno de los factores decisivos para que Fulgencio Batista abandonara el poder, huyera de Cuba y triunfara la revolución.
Cuando Fidel Castro tomó el poder en Cuba y comenzó a expropiar las empresas norteamericanas establecidas en Cuba, incluyendo las refinerías petroleras, sin que mediara ningún tipo de indemnización, el 19 de octubre de 1960 el gobierno de Eisenhower impuso un embargo a las exportaciones norteamericanas a Cuba, con la excepción de alimentos y medicinas.
El 7 de febrero de 1962, ya bajo la presidencia de John F. Kennedy, el embargo se amplió hasta incluir casi todas las exportaciones norteamericanas hacia la isla.
La noche del 22 de octubre de 1962, el presidente Kennedy dirigió un discurso a la nación, informando que se habían descubierto emplazamientos de misiles nucleares soviéticos en Cuba e informó que se había establecido un bloqueo naval total de Cuba, orientado a impedir que más armamento nuclear pudiera llegar a Cuba. Ningún otro producto que no fuera militar o nuclear estaba incluido. El mundo estuvo a punto de que estallara una guerra nuclear.
Comenzaron las negociaciones con los soviéticos, de las que Cuba estuvo totalmente al margen. Estados Unidos hizo varias propuestas secretas con el objetivo de solucionar la crisis sin llegar a una devastadora guerra nuclear, y el 28 de octubre, Nikita Jruschov anunció, a través de un mensaje difundido por Radio Moscú, su intención de desmantelar y remover los misiles nucleares que se habían instalado en Cuba, lo que comenzaron a hacer la tarde de ese mismo día.
Se había abortado la amenaza de una guerra nuclear, y ante los ojos del mundo, Kennedy había emergido como el triunfador pero los acuerdos secretos conocidos como los tratados Jruschov-Kennedy, obligaban a Estados Unidos a comprometerse a no invadir Cuba, ni permitir ninguna acción desde su territorio contra Cuba. También los norteamericanos se comprometieron a retirar los proyectiles Júpiter que tenían emplazados en Turquía.
El 29 de octubre Kennedy recibió una carta de Jruschov confirmando lo que había difundido Radio Moscú el día anterior, y la crisis de los misiles terminó. El Bloqueo naval norteamericano llegó a su fin y sólo quedó en vigor el embargo, al que en Cuba llaman "Bloqueo", una denominación que tiene un significado más agresivo.
En 1992, el embargo norteamericano se convirtió en Ley al aprobarse la llamada Ley Helms Burton que condiciona el levantamiento del embargo al restablecimiento de la Libertad y la Democracia en Cuba, pero no funcionó. Cuba siguió siendo comunista y la represión castrista continuó.
Cuba le ha echado la culpa de todas sus penurias económicas al embargo norteamericano y mucha gente lo cree así, pero esa es una falsedad. El embargo solamente ha afectado la posibilidad de que Cuba adquiera productos de Estados Unidos, pero siempre ha podido adquirir esos mismos productos de cualquier otro país.
Lo que ha limitado la posibilidad de Cuba para comprar productos es su carencia de dinero, y aunque el acceso a créditos norteamericanos está cerrado por el embargo, el acceso a créditos de otros países estaba abierto. Pero el problema era que Cuba no pagaba y cuando uno no paga lo que le prestan, le suspenden el crédito.
Los soviéticos subsidiaron la improductiva economía castrista desde 1963 hasta el desmembramiento de la Unión Soviética en 1991. Cuando eso sucedió, Cuba dejó de recibir petróleo ruso y el subsidio prácticamente desapareció. Cuba se quedó sin recursos para poder comprar en el extranjero los productos que necesitaba, y se estableció el llamado “Período especial en tiempos de paz”. Había apagones eléctricos y escasez de casi todo. Los pobres cubanos se volvieron mucho más pobres.
Sin embargo, las fuerzas represivas cubanas pudieron evitar que el descontento de la población se transformara en una rebelión y los cubanos tuvieron que aceptar vivir en condiciones de extrema pobreza. Cuba tuvo que realizar cambios en sus políticas para sobrellevar la crisis. El país se abrió a inversiones extranjeras que normalmente provenían de capitales especulativos. Así mismo, se promovió nuevamente el turismo como fuente de divisas.
Paulatinamente la situación mejoró un poco hasta que en 1998, cuando Hugo Chávez gana las elecciones y se convierte en presidente de Venezuela, ese país asume el papel de mecenas a través de intercambios comerciales preferenciales que incluían el envío de 100,000 barriles de petróleo diarios, a precios subsidiados.
Cuba utilizaba parte del petróleo, y el resto lo revendía a otros países al precio del mercado, obteniendo divisas que le permitían volver a adquirir productos del extranjero con lo que la escasez disminuyó notablemente en Cuba.
Hoy, la crisis venezolana ha provocado que Venezuela disminuya la cantidad de petróleo que envía a Cuba, y la caída en los precios internacionales del crudo hace que Cuba reciba menos divisas por el petróleo que vende. Si el gobierno de Nicolás Maduro llegara a caer, Cuba se hundiría nuevamente en una crisis económica de proporciones descomunales.
Pero difícilmente la situación económica provocará el fin del castrismo.
En primer lugar, el embargo siempre fue unilateral y no multilateral. Cuando se aplicaron medidas a Sudáfrica para forzar el fin del apartheid fueron aplicadas por casi todo el mundo libre. Sudáfrica no sólo fue aislada económicamente, sino que se le prohibió participar en todo evento internacional de cualquier tipo. Hasta se prohibió que equipos sudafricanos compitieran en eventos deportivos como las Olimpíadas y el mundial de fútbol.
El aislamiento total forzó al gobierno sudafricano a desmantelar las políticas segregacionistas y así emergió una Sudáfrica integrada.
En Cuba nunca ha existido la voluntad de actuar de manera multilateral y por eso el embargo no ha funcionado. Ha sido más permeable que un colador.
Y la propia Ley Helms Burton, no ha sido nunca aplicada en su totalidad. El Título III de la misma, que permite a cualquier estadounidense, incluyendo a los cubanos nacionalizados, demandar en los tribunales a quienes se estén beneficiando de las propiedades expropiadas, nunca ha sido aplicada y sistemáticamente su entrada en vigor ha sido pospuesta por los presidentes Clinton, Bush, Obama y ahora Donald Trump.
Y cuando la ONU manda a Cuba a un experto para analizar la situación de los derechos humanos en Cuba, hace el ridículo como la relatora Virginia Dandan quien negó la existencia de una oposición politica en Cuba. No sé si sea ceguera, ineptitud o complicidad.
Pero sin duda, no existe voluntad multilateral de actuar contra el castrismo. Por eso ninguna medida económica funcionará para presionar un cambio en Cuba hacia la libertad y hacia la democracia.

¿Será posible cambiar esto?

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