Represión a las Damas de Blanco con Antonio Rodiles y Ailer. |
Para
poder escribir objetivamente y analizar la realidad de lo que pasa en Cuba, uno
necesita estar informado. A diferencia de las noticias que se confirman a
través de fuentes confiables, la información sobre las personas se integra de
manera diferente.
Proviene de noticias
confirmadas de su actuación, de información que se recibe de los amigos que uno
tiene, tanto en Cuba como en Miami y el mundo, y muy importante es el
conocimiento personal y el hablar con las personas cara a cara y si no se
puede, por teléfono o a través de las redes sociales.
Así,
he podido confirmar o conversar, y en muchos casos desarrollar una amistad con
actores importantes en el proceso cubano. Me honra haber conocido personalmente
a personas como Joanna Columbié, Manuel Cuesta Morúa, Yoani Sánchez, Reinaldo
Escobar, Iliana Hernández, Eliécer Ávila, Rosa María Payá, Sonia Garro, Danilo
Maldonado “El Sexto”, Antonio Rodiles, Ailer González Mena, Lía Villares,
Alexei Gámez, Yusnaby Pérez y muchos otros.
He
hablado por teléfono a Cuba o comunicado a través de la Internet, con personas
como Sol García Basulto, Pedro Acosta, Rosario Morales la Rosa y otros.
Y mi contacto personal con opositores en
el exilio que me ha permitido conocer quiénes son y lo que hacen. Y me refiero a los
miembros del Movimiento Democracia, la UNPACU, el CID, el MCL y muchos otros. Eso
incluye a opositores que por diversas razones viajan periódicamente a Cuba.
Con esto quiero decir que sin haber
regresado nunca a mi país del que salí muy joven, tengo una buena información sobre
la vida cotidiana en Cuba, que muchas veces comparto con mis lectores. Algunos
me han comentado que se sorprenden de mi conocimiento de lo que pasa en Cuba.
Ese conocimiento no es perfecto, pero cuando escribo trato de proyectar una verdad
objetiva.
De ninguno de los opositores que he
mencionado, tengo la menor duda de su compromiso con la libertad de Cuba y
todos tienen mi apoyo, pues el apoyo a la libertad de Cuba no puede ser
selectivo. Puedo asegurar con un nivel de certeza superior al 99% que ninguna
de las personas que he mencionado es miembro o informante de la Seguridad del
Estado. Todos son opositores reales.
Es indudable que la Seguridad del Estado
ha infiltrado y tiene informantes en la mayoría de los grupos opositores, tanto
en Cuba como en el Exilio. Eso es inevitable y es parte integral de la lucha.
Todos conocemos los métodos del castrismo y no dudo que en alguna ocasión, sin
saberlo haya hablado con algún agente o incluso que alguno esté en mi lista de
amigos de Twitter o Facebook. Pero pongo mis manos en el fuego por todos y cada
uno de los líderes que he mencionado.
No podemos estar de acuerdo al 100%
con lo que hacen o lo que dicen, pero eso es una de las
cualidades de la democracia. Puedo discrepar de algo que digan Antonio Rodiles
o Eliécer Ávila y hasta lo puedo discutir personalmente con ellos, pero los
respeto y apoyo porque en la lucha que tenemos no puede existir la unanimidad. Esa solo se da en los totalitarismos autoritarios y el exilio cubano y la
oposición cubana es diversa y pluralista.
Algunos critican a Eliécer porque en su
célebre debate con Alarcón, usó como ejemplo el visitar el lugar donde murió el
Che en Bolivia para cuestionar que el gobierno cubano no permitiera viajar libremente
a los cubanos. Les aseguro que Eliécer no tiene la menor intención de ir a ese
sitio.
Otros critican a Guillermo Fariñas por sus huelgas de hambre, alegando que solo busca notoriedad y que eso no conduce a nada. Yo puedo no estar de acuerdo, pero lo respeto y es su estilo de lucha.
Otros critican a Guillermo Fariñas por sus huelgas de hambre, alegando que solo busca notoriedad y que eso no conduce a nada. Yo puedo no estar de acuerdo, pero lo respeto y es su estilo de lucha.
Otros critican a las Damas de Blanco
porque semana tras semana intentan marchar y son reprimidas y arrestadas y lo ven como un acto de masoquismo. Yo las respeto. Las Damas de Blanco han demostrado una constancia de lucha admirable de lucha.
Pero en todos estos casos, solo son discrepancias sobre la estrategia de lucha que cada quien escogió en su momento.
Pero en todos estos casos, solo son discrepancias sobre la estrategia de lucha que cada quien escogió en su momento.
Por encima de eso, nos une el objetivo
común de lograr un cambio real en Cuba que revierta todos los males
que el castrismo ha traído a Cuba durante casi seis décadas. Una Cuba libre,
democrática y plural donde se respeten los derechos humanos y donde se pueda
vivir en un régimen de derecho, con división de poderes y donde se respete la
propiedad privada, la libre empresa y la economía de libre mercado.
Puede haber diferencias en el cómo, pero
ningún opositor tiene toda la razón y todos tienen parte de ella. Por eso mi
criterio es apoyar a todos los que hacen algo por Cuba. La sinergia entre todos
los grupos opositores es fundamental, como también necesitamos el apoyo de los
países libres del mundo, de organizaciones como la ONU y la OEA y todas las ONG
que deseen apoyarnos.
Desde luego, no es obligatorio que
ninguna persona los apoye a todos o a alguien. Se puede apoyar de manera selectiva. Así
algunos apoyarán solo a Cuba Decide, otros apoyarán a Somos+, otros apoyarán a
la UNPACU, otros apoyarán a varios y otros no apoyarán a ninguno.
La única fuente “lógica” y “entendible”
de ataque a los grupos opositores es el gobierno cubano, sus funcionarios y sus
organizaciones satélites como la Unión de Jóvenes Comunistas, la Federación de
Mujeres Cubanas, los Asambleístas del Poder Popular, los órganos de represión y todos aquellos
comprometidos con el castrismo que son una minoría que
tiene mucho poder.
Los demás, no debemos atacar ni denigrar a ningún
grupo opositor, aunque no simpaticemos con él. En vez de dirigir nuestros
cañones contra algún opositor, debemos dirigirlos contra el gobierno
castrista que es la fuente de nuestros males y nuestro objetivo común de lucha y de cambio.
Desde luego, esta es solo mi opinión libre y democrática. Cada quien puede pensar como desee. Si yo tratara de forzar la opinión de alguien, no podría definirme como defensor de la democracia y los derechos humanos.
Desde luego, esta es solo mi opinión libre y democrática. Cada quien puede pensar como desee. Si yo tratara de forzar la opinión de alguien, no podría definirme como defensor de la democracia y los derechos humanos.
Algunos critican que el pueblo cubano no
se lance a la calle como están haciendo los venezolanos, pero las
circunstancias son muy diferentes. Algo que en 1960 o 1961 se hubiera podido
hacer en Cuba, yo pienso que hoy no es posible. Tampoco critico a los cubanos
que escogieron emigrar para buscar oportunidades, en vez de tratar de lograrlas
en Cuba. Les respeto a todos.
Y También es una gran verdad que no todos los cubanos
están interesados en lo que pasa en Cuba. A mí no me parece correcto, pero
tienen todo su derecho en pensar así. Yo tampoco los critico. Los respeto y los invito a
reconsiderar, pero mis cañones están enfocados al castrismo.
Con esta columna, he pretendido aclarar
mi posición personal que algunos no comprenden. Incluso he sido injustamente atacado,
pero esos son los riesgos de la democracia. Algunos me dicen que pienso así
porque no han asesinado a nadie de mi familia, pero sepan que desgraciadamente yo tengo un fusilado en mi familia.
A los que me atacan les digo que no me niego
al debate público o privado. Solo exijo que se haga en base a datos y razones y
se dejen de lado descalificaciones, insultos y juicios personales. Aunque
preferiría que, en vez de atacarme a mí, atacaran al castrismo.
Yo seguiré adelante, apoyando a Joanna,
a Manuel, a Iliana, a Eliécer, a Rosa María, a Antonio y a todos. Porque por
encima de todo partidismo, yo soy un cubano que desea la liberación de Cuba.
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