De dos premisas particulares no se puede obtener una conclusión universal. |
En una reciente
conferencia que ofreció en la ciudad de Miami la reconocida escritora cubana
radicada en París, Zoé Valdés, expresó que el pueblo cubano es un pueblo sin
alma y comentó que los exilados como ella no han podido lavar el odio. Martí
Noticias se hizo eco del comentario.
Esa frase es una
generalización que rompe algunas de las reglas que la Lógica Aristotélica estableció para
los silogismos. Para aquellos que necesitan recordarlo, los silogismos representan
la base para el razonamiento deductivo y establecen las reglas que deben
cumplirse para poder sacar una conclusión válida, a partir de dos premisas o
juicios.
Los Juicios
pueden ser afirmativos o negativos, y universales o particulares. Dependiendo
de los juicios, las conclusiones pueden ser válidas o no válidas. Por ejemplo,
combinando un juicio particular afirmativo con otro juicio particular afirmativo no puede establecerse una conclusión universal afirmativa. Esa es una de las
reglas de la Lógica que con más frecuencia se violan.
Por ejemplo, si
yo parto de la premisa “La mayoría de los cubanos son buenos bailadores” (particular afirmativa) y tengo como segunda premisa “Yo soy cubano” (particular afirmativa)
y de ahí deduzco que yo, por ser cubano debo ser un buen bailador, estoy llegando a una conclusión
no sería válida, porque de dos premisas particulares no se puede sacar una
conclusión universal.
La conclusión
universal no válida en este caso sería que todos los cubanos son buenos bailadores. Y por
cierto, en mi caso se confirma porque aunque me gusta mucho la música yo soy un
pésimo bailador.
Muchos ejemplos
existen de la violación a esta regla de la Lógica, como sería partir de las premisas “Algunos
cubanos apoyan el embargo” y “Fulano es cubano” y sacar la conclusión de que “Fulano apoya el
embargo”. Otro ejemplo sería partir de las premisas “Los comunistas se oponen al
embargo” y “Zutano se opone al embargo”, para obtener la conclusión de que “Zutano es comunista”.
Nótese que en
todos estos casos las premisas son verdaderas, la que no es verdadera es la conclusión
ya que una regla de la lógica es que de dos premisas particulares no se puede
sacar una conclusión universal.
La afirmación de
Zoé Valdés parte de dos premisas particulares. La primera premisa es que “Zoé
no ha podido lavar el odio de su corazón” y la segunda premisa es que ”Zoé es
cubana” y ambas premisas son verdaderas, pero si a partir de ellas, planteo la conclusión de que
“Los cubanos no han podido lavar el odio de sus corazones”, estoy obteniendo una conclusión
que no es verdadera y que rompe con las reglas de la Lógica Aristotélica.
Hay muchos
cubanos que no guardan odio en sus corazones y ese es mi caso. Yo no guardo
odio. El odio aviva un deseo de venganza, y yo no deseo una Cuba libre pero vengativa,
con un pueblo que quiera cortarle la cabeza a esos que tanto daño le han hecho
a Cuba y que han cometido delitos incluyendo muchos de lesa humanidad.
Yo deseo una
Cuba futura que sea pluralista y democrática, donde exista la separación de los
poderes y donde impere la justicia. Una Cuba en donde aquellos que hayan
cometido delitos y existan pruebas de ello, puedan ser llevados ante un
tribunal que los juzgue, y en su caso los condene, pero siempre respetando el
derecho a un debido proceso.
Yo no quiero que
la Cuba libre del futuro, actúe de la misma forma como actuaron los castristas.
Es una cuestión de principios y no un problema de que me hayan enseñado a
odiar o nó.
Y deseo aclarar que no
estoy hablando de olvidar los crímenes. Considero que está prohibido olvidar,
pero también está prohibido vengarse y mucho menos hacerlo por propia mano. Los
cubanos que nos oponemos al castrismo, y aspiramos a una Cuba donde se respeten
los derechos humanos, tenemos que predicar con el ejemplo.
No importa si yo
o alguien de mi familia estuvo preso, no importa si fusilaron o asesinaron a
alguien de mi familia, no importa el delito cometido. Tenemos que buscar
justicia y no venganza.
La represión
castrista ha reprimido el alma de los cubanos y las condiciones de vida hacen
que los cubanos tengan que pasar gran parte del tiempo “resolviendo”. Pero de
ahí a concluir que el pueblo de Cuba es un pueblo sin alma hay una gran
distancia. Sería prácticamente imposible construir la Cuba del futuro por un
pueblo cubano sin alma, sin sentimientos, vengativo y al que no le importe
nada.
Lo que el pueblo
cubano no tiene es libertad. Lo que muchos en Cuba tienen es miedo, y eso es
lógico porque el gobierno en el poder es una dictadura totalitaria, represiva y
carente de valores. Una dictadura donde las personas, su vida, su libertad y
sus derechos no valen para el gobierno y para el sistema que representa.
Pero en Cuba hay
personas con alma, hay personas que creen en la justicia y que luchan por ella
en la medida de sus posibilidades. Por eso no se puede generalizar.
Zoé, ojalá
razones porque el futuro de Cuba necesita personas valiosas como tú, pero no
destilando odio, sino sembrando libertad, amor y justicia.
El odio hay que erradicarlo
para siempre de Cuba
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