jueves, 24 de agosto de 2017

EL SÍNDROME DE CRONOS ATEMORIZA AL GOBIERNO Y ESTANCA LOS CAMBIOS EN CUBA por Jorge Ros.

Primero: Mantener el poder, Segundo: Mantener el poder y luego: Mantener el poder
Cuba es un estado fallido. La revolución cubana es un cúmulo de promesas incumplidas e incumplibles. Los dirigentes cubanos saben perfectamente que el castrismo fracasó y que el país no es autosustentable. También saben que es imperativo hacer cambios sociales, políticos y económicos para restablecer la viabilidad del país.

Saben que el pueblo no está contento con la situación y saben que la creciente oposición se nutre de las incontables fallas de la revolución, pero no están listos para hacer los cambios necesarios porque la prioridad de la cúpula gobernante no es ni nunca ha sido el resolver los problemas del país, sino conservar el poder a toda costa.

Los sociólogos definen al poder como el control, dominio y jurisdicción que un hombre dispone para imponer su voluntad. Llevado al campo político, el poder absoluto se convierte en hegemónico y autoritario. Max Weber señalaba que “el origen de todo poder es la violencia”. Por eso, cuando un gobernante siente amenazado su poder, recurre a la violencia y a la represión para mantenerlo.

El que tiene el poder, no desea compartirlo ni perderlo y por eso usa todo su poder para evitar que surjan personas que puedan subir y retar su poder. Esto lo explica el llamado “Síndrome de Cronos” que expresa que el que ostenta el poder impide a toda costa que otros obtengan poder. Estanca a los demás por temor a ser desplazado o sustituido. Los estanca por las buenas o por las malas. En Cuba el estancamiento se ha producido mediante la represión y el totalitarismo, o sea, a las malas.

Pero porqué los cambios en Cuba para hacerla viable, para mejorarla y para crear oportunidades ponen en riesgo el poder de la cúpula castrista. Veamos porqué.

Supongamos que el gobierno cubano se decide a realizar los indispensables cambios económicos. Entonces crea condiciones de libertad económica en la que las personas puedan emprender libremente en cualquier campo. En poco tiempo se crearían cientos de pequeñas empresas. Las fuerzas del mercado harían que muchas desaparecieran, pero muchas otras crecerían y sus propietarios o accionistas ganarían dinero y se enriquecerían.

Enriquecerse producto de una actividad empresarial honesta no es malo, pero enriquecerse da poder. Nadie dudará que las personas con mucho dinero tienen poder y romperían el monopolio de poder que tiene el estado, por eso se ha limitado el desarrollo de los cuentapropistas y por eso se busca la forma de impedir que se enriquezcan, olvidando que el lucro es el motor del emprendimiento.

Por eso los limitan, los obstaculizan, los multan y ultimadamente los clausuran, porque no desean que se enriquezcan y ganen poder. Están actuando según indica el Síndrome de Cronos, para evitar a toda costa que, mediante el poder económico, se pueda llegar a influir, retar o limitar el poder político absoluto de que gozan ahora. O sea, tienen miedo.

La libertad económica lleva implícita varias cosas. Toda empresa moderna necesita usar la Internet para comunicarse con sus proveedores, para manejar transacciones bancarias y tarjetas de crédito, para investigar alternativas de productividad para su negocio. En pocas palabras, libertad de comunicación a nivel nacional e internacional.

Todos sabemos las condiciones del servicio de Internet en Cuba. Muy pocos puntos de acceso públicos y muchos menos en domicilios y negocios. Cuando en casi todo el mundo todos tenemos una conectividad 4G LTE que nos permite estar conectados en cualquier parte, aparte de tener Internet y Wifi inalámbrico a domicilio (Y ya las empresas están empezando a concretar el 5G), en Cuba tienen apenas un 2G y están comenzando a implementar el 3G. Es decir, la Internet en Cuba está dos generaciones tecnológicas atrasada. Pero al gobierno no le interesa acelerar su desarrollo, porque arriesga su poder. Otra manifestación del Síndrome de Cronos.

Si Cuba lograra implementar 4G para que hubiera conectividad en cualquier parte y se pudiera acceder a la internet en casas y negocios a precios razonables, el gobierno perdería el control de la información y controlar la información da poder. Y cuando las personas ganan poder, lo hacen a costa del poder del gobierno que se debilita.

También la libertad económica y la libertad de comunicación llevan implícita la libertad de expresión, algo que el gobierno cubano no ha estado ni remotamente dispuesto a permitir. El gobierno no permite ideas diferentes, el gobierno no permite que las personas que piensan diferente se expresen libremente y reten su poder. Por eso actúan conforme al Síndrome de Cronos y no permiten que se desarrollen las libertades humanas básicas y recurren a la represión.

El gobierno cubano tiene miedo a perder el poder y por eso no quiere hacer los cambios necesarios. Reprime y grita que la oposición quiere destruir los inexistentes logros de la revolución.

Pero como bien dijo el poeta y pensador Bengalí Rabindranath Tagore quien fue el primer escritor no europeo en ganar el premio Nobel de literatura en 1913:


“La verdad no está de parte de quien grite más”


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