El éxodo venezolano se ha disparado. Algunos países ahora requieren visa. |
Por
varios meses el mundo fue testigo del valiente y heroico enfrentamiento del
pueblo venezolano, contra la dictadura que el gobierno chavista de Maduro
estaba imponiendo. Marchas multitudinarias que mostraban a un pueblo decidido a
no permitir la consolidación del castrismo bolivariano.
Pero
se eligió la inconstitucional Asamblea Constituyente que rápidamente usurpó las
funciones de la Asamblea Nacional que había sido electa democráticamente. El
gobierno comenzó a actuar contra los opositores, muchos de los cuales fueron
detenidos mientras otros tuvieron que huir de Venezuela y exiliarse en países
vecinos.
La
Asamblea Nacional que el gobierno había estado controlando arbitrariamente fue
finalmente desplazada y en su sede se instaló a la llamada Asamblea
Constituyente, a la que de hecho convirtieron en la nueva Asamblea Nacional.
Se
programaron las elecciones regionales, las cuales provocaron una división en la
oposición por diferencias sobre si se debía participar o no. La oposición
comenzó a resquebrajarse como quería el gobierno, que determinó que los
candidatos que presentara la oposición para participar, tenían que ser previamente
aprobados, mientras muchos políticos de la oposición eran inhabilitados
políticamente, o sea, no podrían participar como candidatos en ninguna
elección.
Al
mismo tiempo, a muchos políticos y a funcionarios “disidentes” se les prohibió
abandonar el país, aunque algunos lograron escapar para no ser detenidos como fue
el caso de la fiscal general de Venezuela Luisa Ortega Díaz quien valientemente
denunció las violaciones que el gobierno de Maduro realizaba, hasta que fue
destituida y perseguida hasta que logró huir a Colombia junto a su esposo Germán
Ferrer, quien fue destituido como diputado del chavismo.
Había
división en la oposición, pero también había división en el chavismo y muchos
chavistas abandonaban al gobierno y se pasaban a la oposición. Si Venezuela llevaba
meses en un caos político, ahora era un súper caos. Pero el gobierno de Maduro ejerció
la represión totalitaria, decretó que se aplicarían condenas de largos años a
los opositores que protestaran pacíficamente, y se equipara el disentir con ser
traidores a la patria. Gobierno Bolivariano y Patria se hicieron sinónimos.
Venezuela
se había terminado de cubanizar. Los opositores podrían ser detenidos y
condenados por cualquier razón o por ninguna razón. El éxodo venezolano, que ya
llevaba varios años, se disparó, lo que obligó a que algunos países a comenzar
a exigir visa a los venezolanos para limitar su ingreso, igual que hacen con
los cubanos.
Mientras
tanto, casi todas las aerolíneas dejaron de viajar a Venezuela porque la
carencia de divisas les impedía cobrar, de la misma forma que la falta de
dólares impedía a las empresas obtener insumos para producir, incluyendo aquellas
que habían sido arbitrariamente expropiadas. La escasez de alimentos en
Venezuela se hizo más crítica y todavía peor lo era la escasez de medicamentos.
Venezuela estaba viviendo su “período especial en tiempos de paz” como lo hizo
Cuba tras el desmembramiento de la Unión Soviética.
Se
ha llegado al punto donde los venezolanos buscan ir a Colombia para comprar harina
y otros alimentos básicos y desde luego las medicinas que han desaparecido en
su país aunque muchas veces no les alcanza el dinero. La escasez es mayor que
en Cuba y en ocasiones, aunque usted no lo crea, amigos cubanos les consiguen a
los venezolanos en Cuba, algunos medicamentos que no consiguen en Venezuela. Si
Ripley hubiera llegado a saber esto, le hubiera dado un infarto.
La
censura se ha incrementado. Si la prensa escrita opositora era inexistente al
igual que las cadenas que operaban en señal de televisión abierta, y se había cerrado
el acceso a la CNN en la televisión por cable, ahora se ha cerrado el acceso a
cadenas como Caracol y NTN24 que transmitían desde Colombia aunque todavía se
pueden ver a través de la Internet. Pero el gobierno se está preparando para
censurar la internet como sucede en Cuba. Al mismo tiempo, los precios del
acceso a la Internet se han ido incrementando a niveles prohibitivos. Muchas emisoras
de radio también han cerrado.
Los
precios de la Televisión por Cable, que son precios internacionales que se
miden en dólares, también se han ido incrementando por las devaluaciones del Bolívar
y cada vez menos venezolanos pueden pagarla. Es cuestión de tiempo que el
acceso a la televisión por cable también desaparezca. Esto quiere decir que, en
poco tiempo, la única fuente de información de que dispondrán los venezolanos, serán
las cadenas oficiales, como sucede en Cuba.
Se
consuma la cubanización de Venezuela ante los ojos del mundo. Ya no hay protestas
pues la gente tiene miedo y muchos opositores también y esto es lógico. No hay
apoyo internacional, la OEA no logra el consenso para invocar la Carta Democrática
que, por otra parte, no aportaría casi nada. El pueblo venezolano, al igual que
el pueblo cubano se va quedando solo ante los ojos del mundo.
Se
imponen sanciones económicas que ya se sabe que no funcionan, y hasta el mismo
Papa busca el apoyo de Cuba para tratar de aislar a Maduro, lo que es una señal
de ignorancia mayúscula. Yo podría intentar negociar con el diablo si fuera
factible, pero el Papa haciéndolo por iniciativa propia es un absurdo descomunal,
aparte de que Cuba tiene su propia agenda y no la va a modificar. ¿Cambiar a
Maduro por Diosdado Cabello o por Tareck El Aissami sería una solución?
El
totalitarismo se ha impuesto en Venezuela mientras el mundo calla y mira hacia
otro lado. Ni las críticas ni las sanciones económicas van a lograr nada.
Venezuela necesita un apoyo real. Necesita que alguien más fuerte que el
gobierno chavista lo obligue a hacer un cambio y una transición supervisada.
Pero esos que son fuertes no quieren usar su fuerza, porque lo ven mal. ¿Acaso
ven bien todo lo que ha pasado y continúa pasando en Venezuela y por supuesto,
también en Cuba?
El
castrismo y los marxistas no temen usar su fuerza y la usan a diario sin
importarles lo que nadie opine. Ellos van a los suyo y lo suyo es conservar el
poder a toda costa, pero los países democráticos no lo entienden o no lo
quieren entender.
En
el mundo real hay una raya que una vez que se cruza, obliga a actuar de manera
diferente para proteger la democracia y la libertad de los pueblos.
Venezuela
y Cuba hace rato que cruzaron esa raya, mientras el mundo calla.
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