Nicolás Maduro: Dictador Totalitario de Venezuela. |
Cuando los comunistas tomaron el poder en Cuba,
perdimos muchas cosas y las perdimos sin darnos cuenta de lo que venía. Fidel
Castro y su camarilla fueron muy hábiles. Castro fue un genio del mal, y nadie
sabe lo que tiene hasta que lo pierde. Nosotros los cubanos lo perdimos prácticamente
todo.
Muchos perdieron su vida o fueron encarcelados.
Para afianzarse en el poder, los Castro no vacilaron en fusilar a miles de
cubanos, y una vida perdida nunca se recupera. Muchas organizaciones han
intentado llevar una estadística que es muy difícil. Archivo Cuba reporta que
5,775 personas fueron fusiladas, 1,234 fueron asesinadas “extrajudicialmente”,
984 fueron asesinadas dentro de las cárceles castristas y unas 200 personas
están desaparecidas.
A las personas que fusilaban en la Cabaña,
antes de llevarlas al paredón les sacaban la sangre en un negocio diabólico que
solo una mente del mal podría concebir. Según reportes del Wall Street Journal,
el gobierno de Cuba vendía esa sangre a Vietnam del Norte a un precio de $50.00
dólares la pinta.
Decenas de miles de personas fueron encarceladas y muchas
fueron condenadas a penas de 25 a 30 años. Esas personas perdieron su juventud
en las mazmorras castristas. Entraban jóvenes de 25 a 30 años, y salían con 55
o 60 años. Los más afortunados, recibían condenas de entre 10 y 15 años, pero
para los comunistas, la vida humana no tiene ningún valor.
En abril de 1961, en vísperas de la invasión de
Playa Girón, sólo en la Habana fueron detenidas más de 300,000 personas. Se
llenaron las cárceles, los cines, los teatros, los colegios, y hasta el estadio
de Baseball fue usado como cárcel. En una semana más o menos fueron liberados,
aunque muchos fueron juzgados y encarcelados.
Millones de cubanos huyeron del infierno
castrista, muchos de ellos en improvisadas y frágiles balsas. Se estima de que uno
de cada tres o cuatro personas que escapaban de Cuba en balsas, no lograban llegar y
perecían en el intento. Eso pone la cifra estimada de los muertos en las aguas
del Estrecho de la Florida, entre 20,000 y 40,000 hombres, mujeres y niños.
Para un país que en 1961 tenía poco más de 6
millones de habitantes, las proporciones son espeluznantes. Los comunistas
aniquilaron a toda la oposición cubana, y con una fuerza represiva cruel e
inclemente, se hicieron del control totalitario del país.
Ayer, un locutor en un programa de radio,
hablaba de que miles de venezolanos habían tomado las calles, y preguntaba
irónicamente: ¿Por qué los cubanos no hacemos lo mismo? Eso implica un
desconocimiento total de lo sucedido en Cuba durante 60 años de revolución.
Durante los años 1960 y 1961, en Cuba se intentaron muchas cosas, pero la
fuerza del gobierno, con el apoyo soviético, la incapacidad de los norteamericanos
y los métodos sofisticados de la STACI alemana, lo impidió todo.
En Cuba no se llevaba a cabo una lucha entre
dos facciones: Los Comunistas y los Anticomunistas. En Cuba se estaba librando
una batalla de la guerra fría entre los rusos y los norteamericanos, y la
habilidad de los rusos comandados por Nikita Jruschov, superó por mucho a la
habilidad de los norteamericanos presididos por Eisenhower y Kennedy. En 1962
quedó sellada la suerte de Cuba.
Y todos los que para entonces no habían podido
salir, se encontraron imposibilitados para hacerlo y por eso hubo que recurrir a métodos
desesperados para poder salir.
Se busca hacer un paralelismo entre Cuba y Venezuela,
y yo les digo que Maduro está siguiendo el modelo cubano, con ligeras variantes
porque 2017 no es 1960.
Cada día hay más totalitarismo, cada día hay más
control de la prensa y de la información. Si Cuba fue expulsada de la OEA el 31
de enero de 1962, y se burló de la expulsión cantando “Con OEA y sin OEA
ganaremos la pelea”, hoy Venezuela no espera que la expulsen, y decide salirse
de la OEA por voluntad propia.
Desearía equivocarme, pero mi propia
experiencia me hace prever que la represión aumentará, las manifestaciones
serán aplastadas y en poco tiempo terminarán, y habrá dolor y correrá la
sangre. Los venezolanos ya han aprendido los métodos de la STACI y están
capitalizando las experiencias castristas.
Como la OEA carece de recursos para forzar el
respeto a la Democracia y a los Derechos Humanos, a los chavistas les importa
poco, como en su momento a los castristas también les importó poco. No existe
en la OEA ningún mecanismo que le permita actuar en esas condiciones. Por eso
se siente la impotencia de Luis Almagro que, a pesar de querer ayudar, no tiene
como.
La ONU podría actuar, pero si difícil es poner de
acuerdo a los países miembros de la OEA, en la ONU todavía es más difícil ya
que basta el veto de uno sólo de los cinco países que integran el Consejo de
Seguridad de manera permanente (China, Francia, Rusia, Gran Bretaña y Estados
Unidos) para que ninguna resolución pueda ser implementada. Por eso, salvo un
poco probable milagro, la ONU y la Carabina de Ambrosio son análogos.
En estos casi sesenta años, aparte de lo ya
expresado, los cubanos sufrimos la destrucción de la familia, y pongo como
ejemplo mi caso, la familia se dispersó y quedó regada en México, Miami, New
York, Brasil y España. Y en aquella época no existía Facebook.
¿Qué viene para Venezuela?
Pues si lo que pasó
en Cuba sirve de algo y salvo que por algún milagro Nicolás Maduro sea
derrocado, viene mucha represión, viene muerte, vienen encarcelamientos, viene
la destrucción o el exilio de los líderes de la oposición, viene la
desaparición de las instituciones, viene un éxodo mayor de la población, viene
la separación y la destrucción de la familia y comenzará un esfuerzo para que
los que se queden en Venezuela se adapten a vivir en condiciones muy diferentes
a las que han estado acostumbrados, mientras los que salgan tendrán que echar
raíces en tierra ajena.
Los cubanos llevamos décadas así, y no somos
los causantes del problema de Venezuela. Son los castristas y los chavistas
quienes han causado los problemas en nuestros respectivos países, así que no
ganan nada con quemar nuestra bandera.
Sólo un verdadero apoyo internacional podrá
ayudar a cubanos y a venezolanos a recuperar la libertad perdida, pero, ¿Se logrará?
Perfectamente dicho , estoy de acuerdo con usted. Nadie entiende a un cubano como otro cubano.todo lo que puedan decir otros se sale de contexto, porque lo que hemos vivido y sufrido , solo nosotros lo sabemos , usted lo ha explicado muy bien,pobre los venezolanos si llegan ser vencidos esta vez , lo que les espera no se lo deseo ni a mi peor enemigo. Saludos hermano.
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