Donde estemos, sentimos a Cuba, porque TODOS somos cubanos |
El gobierno castrista no sólo es represivo. Es
maléfico y utiliza las leyes los principios y hasta las ideas para su
beneficio. Dice representar a todos los cubanos, pero una encuesta que Cubanet publicó
hace unos meses, demostró que solo una minoría de los cubanos apoyaba al
castrismo. Incluso demostró que el entonces presidente norteamericano, Barack
Obama, era mucho más popular que los dirigentes cubanos.
Los castristas llevan casi seis décadas en el
poder. En esas seis décadas, en Cuba no se ha hecho una sola encuesta oficial y
seria para saber que desean los cubanos. En su momento Fidel Castro, y hoy Raúl
Castro, creen que ellos saben lo que el cubano desea y quiere. Cuando les
conviene, los únicos cubanos son los que residen en la isla, y cuando les
conviene, los de afuera también somos cubanos.
Cuba ha vivido y continúa viviendo una situación
anómala, donde desde hace seis décadas el gobierno lo ostenta un grupo que no
ha sido electo en elecciones libres, pluralistas y con voto secreto. Y luego dicen que la democracia cubana es
perfecta. Eso es uno de los tantos mitos que llevan inculcando a los cubanos
por décadas y cuando una mentira se repite muchas veces, mucha gente cree que
es verdad.
Por razones obvias muchos cubanos tuvieron que
salir del país, no sólo a Estados Unidos, sino al mundo entero. Y se casaron y
tuvieron hijos que en condiciones normales hubieran nacido en Cuba y serían
cubanos. Yo vivo en el exterior y aunque en este momento tenga un pasaporte
norteamericano, me siento cubano. Salí de Cuba porque mis padres decidieron
salir, no porque yo quisiera abandonar mi país y por eso, en mi periplo por el
mundo, y aunque haya vivido en México por años y luego en Estados Unidos, mi
corazón sigue siendo cubano.
Quiero mucho a México. En México fui a la
Universidad, me gradué de Ingeniero, me casé y nacieron mis tres hijos que en
condiciones normales hubieran nacido en Cuba. Ahora vivo en Estados Unidos
donde me certifiqué como Ingeniero en Calidad y Auditor de Calidad y me especialicé
en Manufactura Esbelta. Tengo siete nietos, de los cuales cinco nacieron en
Miami y dos nacieron en Madrid. Pero mi familia es Cubano-Americana. Ahora
todos vivimos en Miami y queremos a Estados Unidos, pero siempre Cuba está en
nuestro corazón.
Quizás algunos cubanos en el exterior no se
sientan ya cubanos, pero la mayoría no renunciamos a nuestras raíces, nos
seguimos sintiendo cubanos, nuestros hijos y nietos comen arroz con frijoles y croquetas,
tomamos café cubano y nos preocupa todo lo que pasa dentro de Cuba o a los
cubanos en general, dondequiera que estén.
Cuando veo arbitrariedades como las sucedidas
recientemente a Karla María Pérez González, lo siento como si Karla fuera mi hija
o mi nieta, como si sus padres fueran mis hermanos. Cuando detienen a Eliécer Ávila,
a Alexei, a Joanna, a Iliana, a José Daniel, a Berta o a cualquier opositor,
siento como que han detenido a un familiar mío. Sufrí cuando detuvieron a los
75, sufrí cuando detuvieron a Sonia Garro, sufro a Cuba.
No tengo palabras para describir la emoción que
sentí cuando pude abrazar a Sonia Garro en Miami. Aunque no la conocía
personalmente, sentí que abrazaba a un familiar cercano que me habían
arrebatado y había recuperado. Ese abrazo, frente al Versailles durante una
marcha de #Todos Marchamos ha sido una de las mayores emociones de mi vida. Ahí
mismo pude abrazar a Danilo Maldonado “El Sexto”. Cubanos todos, viviendo en
diferente lugar.
Aunque la obsoleta constitución cubana no
reconozca la doble nacionalidad, la realidad es que las leyes aprobadas por un grupo,
que ostenta un poder de facto y no por elección, son todas cuestionables y
cambiables por voluntad popular. Eso es lo que pretende Rosa María Payá cuando
promueve Cuba Decide que busca que se realice un plebiscito vinculante donde el
pueblo libremente elija el tipo de gobierno que desean.
Y un cambio real es también lo que pretenden los
grupos cómo #Otro18 y Candidatos por el cambio cuando pretenden usar las leyes
castristas para ganar espacios. Y un cambio real es también lo que buscan
grupos como UNPACU, Estado de Sats, las Damas de Blanco. El Frente Anti
totalitario, La Fundación Alma Cubana, el movimiento Dignidad, Somos+, El
Movimiento Cristiano Liberación, etc.
Todos buscan lo mismo, quizás a través de
diferentes métodos, pero el objetivo es común y es el mismo. Lograr transformar
Cuba en un país libre y demócrata donde exista el pluripartidismo, una división
real de poderes y un respeto total a los derechos humanos y todo esto,
garantizado por una constitución que proporcione un marco legal estable. Por
supuesto, yo y muchos cubanos consideramos que esa nueva constitución debe garantizar
el principio de la doble nacionalidad que es común en la mayoría de los países
hoy en día.
Por eso no somos 11 millones de cubanos sino 14
millones o más. Por eso considero que todos los cubanos somos iguales estemos
en Sidney, Madrid, Miami. La Habana, Cienfuegos o donde sea. Todos somos
cubanos y la gran mayoría buscamos un fin común: Una Cuba libre.
Martí vivió gran parte de su vida fuera de Cuba.
Máximo Gómez era dominicano. Muchos cubanos de ahora, nos hemos visto obligados
a vivir nuestra cubanía en otros países, por razones políticas, sociales y
económicas que tienen una misma causa: El totalitarismo castrista.
Como dice
Marisela Verena en su “Son de las tres décadas” que ya podría ser el “Son de
las seis décadas”. Los cubanos de afuera, la “errante generación”, hemos mantenida
nuestra cubanía aferrados a una “raíz sin tierra”, cantando un triste son y
llevando nuestra cubanía y nuestra raíz a donde quiera que la vida nos lleve. y como dice la canción de Moneda Dura, que nadie nos
diga extranjeros en nuestra propia tierra. (https://youtu.be/lWauGHrvCnw?t=4).
Rompamos las innecesarias barreras que nos
dividen, aceptemos ese hecho y apoyemos a todos los que hacen algo por la
libertad de Cuba y a su vez hagamos algo, porque, aunque los castristas lo nieguen, Todos somos
cubanos.
claro que todos somos cubanos
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