Manuel Cuesta Morúa, dirigente de la MUAD |
Muchas de las políticas que han ido conformando lo que
podría llamarse la “Revolución Institucionalizada provienen de los largos
discursos que FC pronunciaba en los años 60 y 70. En esos discursos emitía
leyes y decretos verbales, despedía funcionarios y hasta condenaba a otros sin
necesidad de juicio. Era la voz del Monarca absoluto que emitía un “Ukase”, digno
de un Zar Ruso. Ukase quiere decir “Hágase” y eran una orden o proclamación que
tenía la fuerza de una ley emitida por el que tenía la autoridad absoluta y
arbitraria.
Cuba se gobernaba por Ukases y los Ukases se convertían
en leyes y órdenes emitidas por quien ya era un Dictador totalitario. Aunque la
Dictadura ya había matado a la Democracia, la estocada final se la dio un Ukase
emitido durante un discurso pronunciado el 1ro. De Mayo de 1960, día del
trabajo. En esa ocasión emitió la sentencia final de muerte para la Democracia
en Cuba cuando dijo su famosa frase: ¿Elecciones para qué?
Desde entonces, en Cuba no se ha realizado ninguna
elección donde los cubanos puedan escoger entre varios candidatos que
representen distintas posiciones o partidos, y una democracia, sin voto secreto,
sin división de poderes y sin pluripartidismo no es una democracia. En Cuba,
cuando el gobierno decidió establecer elecciones para ciertos niveles,
estableció comisiones de candidatura que escogían a los candidatos que se
votarían. Y el control aseguraba que los votantes votaran por ellos. Por eso se
dan resultados donde lo común es que el candidato obtenga el 99 % de los votos.
Eso se da a todo nivel. De hecho, el cubano de hoy, no
está acostumbrado a tener alternativas de elección. Sabe que tiene que aprobar
lo que se le proponga. No tiene opciones para elegir. Pero el gobierno
castrista proclama a los cuatro vientos que su sistema electoral “es el más
democrático del mundo”.
Hay unas elecciones donde se eligen representantes de
circunscripción, donde los candidatos surgen “espontáneamente” y los vecinos de
la circunscripción votan por ellos. Las circunscripciones no son un órgano de
la asamblea nacional del Poder Popular y cada una elige a un delegado. El
número de circunscripciones varía según el número de habitantes en las ciudades,
pueblos, y caseríos dispersos en el municipio. Cada una tiene entre 200 y 3,000
habitantes.
Bajo la tesis de combatir al sistema utilizando sus
propias leyes, numerosas organizaciones opositoras se están preparando para
participar y presentar sus candidatos. La idea es poder elegir algunos
delegados de circunscripción que no sean castristas, sin importar cuantos. Esto
permitiría abrir un nuevo espacio a la oposición cubana.
Pero el gobierno cubano no está dispuesto a compartir el “poder”
con personas de la oposición, a ningún nivel, y desde hace algunos meses
comenzó una campaña para eliminar a todos los posibles candidatos. Para ello,
utiliza sus conocidos métodos de acosar, encarcelar, encausar y decomisar las propiedades
de aquellos que pretenden ser candidatos.
El gobierno
trata de impedirlo a toda costa según explicaba José Díaz Silva, presidente del
grupo “Opositores por una Nueva República” y uno de los coordinadores de la
MUAD, quien ya ha tenido que sufrir el acoso castrista. El
pasado 28 de marzo, se realizó un registro en su casa. Díaz Silva fue “arrestado”, su vivienda fue
allanada y sometida a un minucioso registro. Y finalmente fue acusado del delito
de “Receptación”, siendo liberado después de que su familia pagara una fianza.
Hay
muchos otros casos. Mi amigo Alexei
Gámez, del movimiento Somos+ en la provincia de Matanzas y quien también
es candidato, también sufrió el acoso del castrismo, su vivienda fue allanada,
sus propiedades fueron requisadas y también fue acusado.
Hay
otros casos, pero el más reciente es el caso de Eliécer Ávila, presidente de
Somos+ quien también es candidato. Fue detenido, sus propiedades fueron
confiscadas, se le acusó del delito de Receptación y fue liberado después de
que su esposa pagara una fianza.
No
queda la menor duda de que existe una campaña bien organizada para impedir que
existan candidatos de la oposición y es muy probable que el acoso, la represión
y los arrestos continúen.
Como
declaró el dirigente de la MUAD, Manuel Cuesta Morúa: “La ley penal
es para los enemigos y los derechos para los revolucionarios”
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