jueves, 29 de junio de 2017

ENTRE TEMORES Y MIEDOS por Pedro Acosta (Nikka)


Terror: Miedo muy intenso. Pero ese penetrante temor no sólo está dado porque se golpeé, se desaparezca o se ejecute personas.

La acumulación de miedos y temores puede llegar a asfixiarnos y entonces puede inundarnos una sensación similar a la del terror. En ese ámbito se mueven los ciudadanos de algunas naciones.
Esa es una estrategia muy inteligente que han implementado algunos regímenes totalitarios a través de su Policía Política y de sus más fieles y cobardes seguidores.


Cuando en una nación:

  • Más del 90% de las familias se ven obligadas a robar o receptar para sobrevivir, pues el salario no le alcanza siguiera para dar de comer y vestir a sus hijos y no reclaman al gobierno un salario justo que les permita vivir decorosamente.
  • No se está de acuerdo con la situación económica, política y social que confronta el país y no protesta muy por el contrario contrario sigue apoyando el actuar del régimen.
  • Usted conversa con amigos y conocidos y le hace saber lo que piensa del gobierno y lo que está haciendo y lo primero que te dicen es: Ten cuidado! Y de seguido te lanzan el: Tú éstas loco! Y algunos de ellos, aunque piensan igual que tú, se alejan y casi no lo tratan.
  • Las personas se ven obligadas a pertenecer a determinadas organizaciones de la “sociedad civil” y a participar en el proceso eleccionario de ese país cuando no desean hacer ninguna de éstas cosas.
  • A pesar de disentir del gobierno no osan agruparse y a participar en los movimientos de oposición que existen púes lo pueden botar del trabajo o centro de estudios y se le cierran todas las puertas. Lo acosan a él o a sus familiares. Y turbas apolíticas, marginales , amorales y por morbo le den un mitin de repudio y lo puedan golpear y vejar impunemente y si responde va preso.
  • Puede ser visitado en su casa, centro de trabajo o estudios por la Policía Política, y usted, sin desearlo, lo recibe y ellos le dicen que no debe hacer algunas cosas o reunirse con determinadas personas y al usted decirles que eso viola la Constitución te señalan, cínicamente, que lo saben y que no les importa y usted calla y asiente.
  • Y si usted, que siente temor por lo que pueda pasarle lo supera y decide ser consecuente y hacer aquello que considera correcto y que además es la opinión de la mayoría, le sucede todo eso que he descrito, pero también la Policía Política lo para en la calle y le dice que no puede dirigirse hacía donde va y que tiene dos opciones: retirarse o se lo llevan detenido.
También lo arrestan en la calle y lo secuestran por período de hasta diez días para luego “deportarlo” hacía su ciudad de residencia y además lo torturan mentalmente levantándolo de madrugada para denigrarlo o amenazarlo. Lo desnudan y lo tocan para realizarle registros personales.

Le cercan la casa para impedir que salga de ella o para que otros no puedan llegar a su vivienda. Le quitan sus propiedades lo mismo en el aeropuerto que en la calle o en su casa -tras una falsa acusación- y luego no tiene a quien reclamar.


Y además no le dejan salir del país.


Cuando en un país suceden todas estas cosas y usted se ve obligado a llevar una doble moral y a no decir lo que realmente piensa para no ser acusado de traidor y vende patria , algo anda muy mal, algo no funciona.


Si además en esa nación los poderes ejecutivo, legislativo y judiciales responden a un sólo interés, el del partido en el poder, y no hay garantías constitucionales, usted es presa del régimen.


Todo ese accionar, aunque no conlleve torturas físicas o ejecuciones extrajudiciales, tiene un nombre:


TERRORISMO DE ESTADO!


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