La escasez y el desabastecimiento es lo único que abunda en Cuba. |
El
principal problema de Cuba es que la tiranía no tiene opciones para ofrecer
soluciones. Hay miles de problemas que no puede resolver, y no es que no
quiera, sino que no puede. La economía, incluyendo la doble moneda, la falta de
produción, etc. La tiranía no tiene recursos y se le hace casi imposible enfrentar
los desastres naturales, acabar con la falta de alimentos, resolver la
decadencia de la infraestructura y así, los demás problemas más hacen de Cuba
un país sin presente y sin opciones para el futuro.
Existen
muchas limitaciones para resolver los problemas, pero todas emanan de una
limitación que concentra todo: La ideología.
Porque
para la tiranía cubana, el valor fundamental es el mantenerse “fiel” a una ideología
que en vez de dar armas para resolver los problemas de la población, hace todo
lo contrario ya que limita las opciones y el campo de acción del gobierno y le
impiden tomar decisiones que permitan a Cuba volver a ser un país fuerte y
sustentable. Se quieren resolver los problemas pero la ideología impide
explorar o implementar soluciones.
Ignoro
como piensa Díaz Canel, pero sé que su poder está muy limitado. Por ejemplo,
hablando del problema económico, ¿Cómo se van a resolver los problemas de
producción cuando el gobierno no sólo es incapaz de producir, sino que sólo
permite a los emprendedores privados dedicarse a algunos rubros. Esto es
absurdo. No existe ninguna justificación para prohibir que nadie que lo desee,
produzca las cosas que el pueblo cubano quiere y necesita.
Desde
luego, el cubano que invierta en un negocio, va a ganar dinero. Pero que tiene
eso de malo. El principal motor de la inversión es el deseo de ganar dinero, y
eso no es malo. ¿Que venden muy caro algún producto? Entonces su mercado estará
limitado porque la gente no podrá comprarlo, y enseguida otros emprendedores buscarán
producirlo y surgirá la competencia y junto a ella, la Ley de la oferta y la
demanda llevará a los productos a su justo precio. El libre mercado tiene una
capacidad asombrosa para auto ajustarse y auto regularse.
Y si de
todas formas ganan mucho dinero y se enriquecen, no deben ser penalizados sino
todo lo contrario. Desde luego, debe existir un sistema fiscal con tasas
similares a las que en promedio se manejan en los demás países. Pero en Cuba,
el castrismo mira con reojo a los que ganan dinero y les aplican unas tasas
fiscales confiscatorias. Y a veces, sin
necesided de tasas fiscales les confiscan el negocio y así, ¿Cómo se va a
generar producción?
La libre
empresa no es la panacea, pero es muy superior al marxismo. El marxismo busca
una llamada “igualdad” haciendo pobre a todo el mundo. El libre mercado utiliza
las leyes fiscales para distribuir la riqueza generada pero permite que los
inversionistas ganen y conserven buena parte de su riqueza, que luego pueden
usar para hacer crecer sus negocios y generar más empleos. Pero la ideología
marxista cubana no lo acepta.
Las limitaciónes
ideológicas no permite soluciones que han demostrado que funcionan. La propia
tiranía se autolimita. No quiere cambiar. No quiere entender que la libertad y
una economía libre son una fuente de progreso y no hay peor ciego que el que no
quiere ver.
Por eso
Cuba tiene que ser libre. Por eso hay que derrocar la tiranía, realizar
elecciones libres y que un gobierno democrático, libremente electo, cree las
condiciones para que Cuba vuelva a ser un país próspero, libre, autosustentable
y feliz. Un país con opciones.
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